Škoda 110 R, el Porsche checo

El Škoda 110 R es en todo similar a un Porsche, de ahí que se le considere el “Porsche checo”, ya que tiene el motor situado en la parte trasera impulsando las ruedas traseras, carrocería de dos puertas y asientos 2+2. Se presentó al público en el Salón de Brno de 1970 y se fabricó hasta 1980 en AZNP, que pertenecía a Škoda y durante esos diez años se construyeron 56.902 ejemplares.

El desarrollo del 110 R, conocido en la República Checa como Erko, comenzó en 1966 y en marzo de 1968 se completó el primer prototipo, con la designación interna S 718 K. En marzo de 1969, y tras varias pruebas con el anterior, se construyó un segundo prototipo, ahora con dos carburadores y un alternador en lugar de una dinamo. Debido a problemas políticos, a finales de 1970 sólo se fabricaron 121 unidades.

Basado en las berlinas Škoda 100 y 110, el 110 R tiene un diseño muy similar, pero como ya se ha dicho, sólo tiene dos puertas y una parte trasera fastback. Inicialmente con sólo dos faros en la parte delantera, se cambió en enero de 1973 a cuatro faros, lo que le da un aspecto más agresivo, similar al de los coches de rally. Al mismo tiempo, las ruedas pasaron de 14″ a 13″. En cuanto a dimensiones, tiene una distancia entre ejes de 2.400 mm, 4.155 mm de longitud, 1.620 mm de anchura y una altura de 1.340 mm, siendo 40 mm más pequeño que las berlinas.

El Škoda 110 R fue el sustituto de los MBX 1000 y 1100 y utiliza la misma mecánica, el Škoda 720, un motor de cuatro cilindros en línea y válvulas en culata con una cilindrada de 1,1 litros, pero que aquí entrega 62 CV a 5.500 revoluciones por minuto. El combustible se suministraba a través de dos carburadores Jikov 32 DDSR. A diferencia del Porsche, el 110 R está refrigerado por agua y también tiene un radiador de aceite. El motor está acoplado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades. A pesar de la poca potencia, los números no eran malos, para los estándares de la época, alcanzando los 145 km/h de velocidad máxima y llegando a los 100 km/h en 18,5 segundos, con el peso alrededor de los 835 kg. A nivel de frenado, estaba equipado con discos Dunlop de 252 mm delante y tambores de doble circuito detrás.

El Škoda 110 R también sirvió de base para varios coches de carreras de éxito, siendo el más conocido el 130 RS. Además, se construyeron otros prototipos, como el 180 RS, el 200 RS y el más agresivo 2000 MI.