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Lejos de la época de selfies y demás posts, a veces exhibicionistas, que los famosos publican en las redes sociales, he aquí una serie de fotos llenas de glamour, elegancia o, como dicen los anglosajones, cool, donde por supuesto, no podían faltar los coches.
El Ferrari 250 GT era una de las máquinas más bellas de la estrella francesa. Vendido nuevo en 1961, este modelo número de chasis 2935GT no fue adquirido por el actor hasta 1963, quien lo vendió en 1965. Tras varias décadas guardado en un garaje, se vendió en 2015… ¡por 14,2 millones de euros!
Alfred Hitchcock saliendo de los estudios MGM al volante de un Mercedes-Benz 190 SL. Una imagen relajada que contrasta con la tensión de los famosos thrillers del maestro del suspense.
Cary Grant fotografiado con un modesto BMW Isetta, cuyo acceso por la puerta delantera es una de las mayores originalidades de la historia del automóvil. Algunas personas no necesitan máquinas llamativas para brillar. Grant es un ejemplo de ello.
“Bueno, ¿cómo voy a arreglar esto?”, parece preguntarse Clint Eastwood. ¿Pensando mientras contempla el motor de seis cilindros y 3,4 litros de su Jaguar XK150 o preparando su próxima película? Lo cierto es que a Clint Eastwood también le gustan los coches: Ferrari 275 GTB/4, 365 GT4 BB fueron algunas de sus adquisiciones.
El actor ha sido uno de los mejores embajadores del Porsche 356 Speedster. Y como el automovilismo es algo más que conducir para ganarse la vida, el actor también mimó su máquina con una buena ducha. Fue al volante de un 550 Spyder (apodado “Little Bastard”) donde James Dean perdió la vida prematuramente en 1955.
“Oh Señor, ¿no me comprarás un Mercedes-Benz? Todos mis amigos conducen Porsches, debo enmendarlo”. Pero al parecer no sólo los amigos de la cantante conducían un Porsche, la propia Janis Joplin conducía uno. Adquirido por ella en 1968 por 3.500 dólares, este ejemplo de psicodelismo automovilístico (junto con el Rolls-Royce de John Lennon) estuvo expuesto en el Rock and Roll of Fame de Cleaveland desde la muerte de la diva en 1970 hasta que se vendió por 1,7 millones de dólares en 2015.
El “rival” de Alain Delon, Jean-Paul Belmondo, siempre fue un apasionado de los coches, lo que se notaba en sus películas, en las que él mismo dirigía las escenas de persecución. ¡Esta foto tomada para la revista Paris Match muestra al actor divirtiéndose al volante de un Ferrari 250 GT Spyder!
Fue en este Bentley cuando Keith Richards hizo un viaje a Marrakech, en compañía de Anita Pallenberg, novia de su amigo Brian Jones (también guitarrista y fundador de los Rolling Stones, pero que no pudo seguir el viaje a Marruecos). Este Blue Lena (bautizado por Richards en honor a la cantante de jazz Lena Horne) es uno de los 87 Continental S3 producidos.
Mastroianni y Lancia: la elegancia italiana resumida en una sola imagen. El protagonista de la Dolce Vita no pudo resistirse a las líneas de este cabriolet con carrocería Touring Superleggera. ¡Incluso parece querer contemplarlas mientras conduce! Por cierto, tampoco pudo resistirse a otro Flaminia: el Super Sport Zagato.
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