El Ferrari más famoso de Hollywood es una farsa

John Hughes estaba verdaderamente en la cúspide de Hollywood cuando creó “El Rey de los Gazeteiros”. El elenco de la película era igualmente brillante. En materia de automóviles, Hughes eligió un Modena Spider de 1985 para tener un papel destacado en la película como el distinguido 250 GT California Spider de 1961.

Durante la preproducción, Hughes vio una revista sobre el nuevo Spider de Modena Design & Development. Estábamos a tres años del boom de Ferrari, cuando los California Spiders subirían a más de 2,5 millones de dólares casi de la noche a la mañana. Pero incluso en la primera mitad de los 80, habían pasado de 50.000 a 250.000 dólares. Hughes había decidido, sin embargo, llamar para preguntar sobre la nueva réplica de la que Neil Glassmoyer y Mark Goyette eran propietarios.

Glassmoyer y Goyette estaban trabajando en El Cajón, California, cuando el teléfono comenzó a sonar. En el otro lado estaba Hughes. Glassmoyer pensó que era una broma. Eso lo llevó a apagar (dos veces) el teléfono a Hughes. “Pensaba que era alguien en broma”, dice. Sin embargo, la llegada de una carta registrada de Paramount Studios eliminó cualquier duda. Glassmoyer y Goyette llevaron su prototipo a Los Ángeles para que Hughes pudiera verlo por sí mismo. El estudio decidió encargar dos coches a Glassmoyer y Goyette.

Los Ferraris tenían ingeniería sólida de su lado. Una prueba de conducción, realizada en marzo de 1986, señalaba que aquellos poseían “un buen chasis y una competente suspensión, ofreciendo la posibilidad de una conducción verdaderamente interesante”.

Después del rodaje, los coches siguieron caminos separados. Uno terminaría en un Planet Hollywood, en Minneapolis. ¿Y el auto héroe? En 2010, la casa de subastas londinense Bonhams lo vendió por 108.251 dólares a Bob Winegard, un fan de larga data de “El Rey de los Gazeteiros”.

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