Clásicos • 07 Fev 2023
Velocidad, innovación y elegancia. Estas son las premisas que han acompañado a la Clase SL de Mercedes-Benz desde su primera generación, que en febrero cumplió 95 años.
Esta historia de éxitos comenzó en 1952, gracias a los excelentes resultados obtenidos por el coche de carreras 300 SL W194 en prestigiosas carreras internacionales. El Mercedes-Benz 300 SL Gullwing W198 de 1954 y el 190 SL W121, ambos de calle, siguieron el éxito de la versión de carreras. Desde entonces hasta hoy, se han lanzado al mercado varias generaciones del modelo, manteniendo viva la génesis del mismo.
En términos de ventas, la Clase SL siempre obtuvo buenos resultados, especialmente cuando se trataba de exportaciones a mercados específicos. A finales de la década de 1950, el coupé 300 SL y el roadster 190 SL ya habían establecido un exitoso patrón de ventas internacionales, posteriormente igualado por las generaciones posteriores.
Las innovaciones en los campos del diseño y la ingeniería en cada generación han situado a estos coches a la vanguardia de su tiempo, y hoy son muy apreciados y codiciados por entusiastas y coleccionistas.
Cómo empezó todo
La historia de la Clase SL comienza en 1951, cuando los responsables de Mercedes-Benz decidieron que necesitaban un coche de carreras para reintroducir la marca en el automovilismo tras la Segunda Guerra Mundial.
Rudy Uhlenhaut, jefe del departamento de turismos de Mercedes-Benz en aquella época, se encargó de construir un chasis tubular ligero de aluminio y magnesio y de añadir el motor de seis cilindros en línea y 3,0 litros que propulsaba el 300 “Adenauer”, aumentando su potencia a 170 CV. Así nació el “300 Super Leicht”, o Superligero, más tarde abreviado SL.
En 1952, Mercedes-Benz lanzó el 300 SL de carreras (W194) para continuar el legado de las legendarias Flechas de Plata de la preguerra, ¡y en buena hora! El coche consiguió un segundo y un cuarto puesto en la Mille Miglia, una triple victoria en el Prix de Berne, una doble victoria en las 24 Horas de Le Mans, una cuádruple victoria en el Nürburgring Anniversary Sport Car GP y una doble victoria en la Carrera Panamericana.
El W194 no fue el primer SL de carretera, pero sí fue muy importante para prefigurar el linaje del SL.
Mercedes-Benz 300 SL Alas de Gaviota (W198 I) – 1954
La historia del 300 SL W198 I nace de la colaboración entre Alemania y Estados Unidos. El importador oficial de Mercedes-Benz en EE.UU., Maximilian E. Hoffman, fue el hombre que convenció a la dirección de la marca en Stuttgart para construir un deportivo para la carretera, inspirado en el W194.
El coche irrumpió en la escena mundial en febrero de 1954 en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York. Con su génesis en el modelo de carreras, era el coche de producción más rápido de su época, lo que, unido a sus lujosas especificaciones y a las extraordinarias puertas en forma de “ala de gaviota”, lo convirtieron desde el principio en un icono y en uno de los Mercedes-Benz más bellos de la historia.
El coche tuvo un éxito inmediato, sobre todo en Estados Unidos. Entre 1954 y 1955, el 85% de todos los modelos fabricados se exportaron a América.
Mercedes-Benz 190 SL (W121) – 1954
La primera versión roadster del SL también debutó en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York de 1954. Con un diseño inspirado en el coupé más grande y potente, las diferencias más notables estarían a nivel de puertas, éstas convencionales, y a nivel de motor, que en lugar del seis cilindros de 3,0 litros, equipaba un cuatro cilindros de 1,9 litros. No obstante, también fue un éxito.
Mercedes-Benz 300 SL Roadster (W198 II) – 1957
El 300 SL roadster sustituyó al Gullwing sólo tres años después del inicio de su producción. Equipado con el mismo motor de seis cilindros en línea y 3,0 litros, aumentó su potencia de 215 CV del coupé a 225 CV. Mercedes-Benz empezó a comercializar simultáneamente los roadster 190 SL y 300 SL.
Mercedes-Benz SL (W113) – 1963
El W113 apareció en la primavera de 1963, como sustituto del 300 SL Roadster y el 190 SL. Este modelo presentaba un nuevo diseño, firmado por Paul Bracq, y estaba equipado con motores de seis cilindros en línea de 2,3 a 2,8 litros de cilindrada. El resultado fue un roadster biplaza de lujo con excelentes prestaciones y una seguridad mejorada respecto a la generación anterior.
Como curiosidad, el hecho de que el techo rígido del coche se pareciera a un templo de Asia Oriental, hizo que se le apodara “Pagoda”.
El W113 apareció en la primavera de 1963, como sustituto del 300 SL Roadster y el 190 SL. Este modelo presentaba un nuevo diseño, firmado por Paul Bracq, y estaba equipado con motores de seis cilindros en línea de 2,3 a 2,8 litros de cilindrada. El resultado fue un roadster biplaza de lujo con excelentes prestaciones y una seguridad mejorada respecto a la generación anterior.
Como curiosidad, el hecho de que el techo rígido del coche se pareciera a un templo de Asia Oriental, hizo que se le apodara “Pagoda”.
Mercedes-Benz SL (R107) – 1971
Presentado en 1971, el R107 fue un modelo importante para la marca, ya que estuvo en producción durante dieciocho años y alcanzó el mayor volumen de producción de cualquier modelo SL hasta la fecha.
Esta generación fue testigo de numerosos avances tecnológicos, especialmente en el ámbito de la seguridad, así como del uso de motores más grandes y potentes…
El 350 SL tenía 200 CV, el 450 SL tenía 225 CV y más tarde apareció el 500 SL con 240 CV, todos ellos equipados con motores V8. EE.UU., Australia y Japón tuvieron un 560 SL, pero no era tan potente como el 500 SL, debido al control de emisiones.
También hubo una versión coupé, que coexistió con esta generación R107, denominada SLC.
Mercedes-Benz SL (R129) – 1989
Basado en el W124, el R129 presentaba de nuevo una serie de mejoras tecnológicas respecto a su predecesor, como una barra antivuelco controlada por sensores y amortiguación adaptativa opcional.
La oferta de motores variaba entre seis cilindros en línea, V6 y V8. También fue el primer SL en el que trabajó AMG tras integrarse en Mercedes-Benz.
Nacieron el SL 55 AMG, el SL 60 AMG y el SL73 AMG, este último el SL más potente hasta la fecha, con 518 CV, y cuyo motor se utilizó incluso en una primera versión del Pagani Zonda.
Mercedes-Benz SL (R230) – 2001
Presentada en julio de 2001, esta generación fue la primera en incorporar un techo metálico retráctil, en lugar de la clásica capota de lona, que se abría o cerraba en 16 segundos.
Junto con una gran cantidad de tecnología, contaba con una amplia gama de motores, que incluía ofertas AMG. Primero llegaron el SL 500, con 306 CV, y el SL 350. AMG lanzó el SL 55, con un V8 sobrealimentado de 5,5 litros y 470 CV. En lo más alto de la cadena estaba el SL 600, con un V12 biturbo y 500 CV.
La serie R230 recibió un primer lavado de cara en 2006 y otro más significativo en 2008. Presentaba un nuevo diseño del frontal y algunas novedades, como la calefacción “airscarf” y una nueva iluminación.
Mercedes-Benz SL (R231) – 2012
Así llegamos a la actual generación del Mercedes-Benz SL, presentada al público en 2012. Aunque el R231 representa un nuevo avance en tecnología, el diseño fue quizás el menos consensuado de todos los SL.
En comparación con la generación anterior, el diseño vanguardista ha sido sustituido por un aspecto más conservador, con ciertos elementos que recuerdan al clásico, como la prominente parrilla delantera o las rejillas de ventilación laterales que recuerdan al 300 SL.
Aun así, la Clase SL sigue siendo la referencia de los roadsters de lujo, ¡y hay que felicitarla!