El Citroën Xantia celebra su 30º aniversario

Presentado al mundo en marzo de 1993 en el Salón del Automóvil de Ginebra, el Citroën Xantia, un modelo que se ha convertido en un coche de colección, acaba de celebrar su 30º aniversario. Producido en un total de 1.326.259 ejemplares entre 1993 y 2010, la mayoría en la planta de Rennes-la-Janais, el Xantia se ha convertido en un modelo emblemático de la marca Citroën.

Realizado por Daniel Abramson en el Centro de Estilo de Citroën a partir de la propuesta del centro de estilo italiano Bertone, el Xantia sucedió al célebre BX de los años ochenta. Dinámica, fluida y robusta, esta berlina ha adoptado algunas de las líneas del XM, imponiendo una nueva silueta a la gama Citroën. Gracias a su estilo único, el Xantia sería elegido “Coche más bonito del año” en 1993, año de su lanzamiento.

Este aniversario fue celebrado por L’Aventure Citroën el 4 de marzo en el Conservatorio Citroën de Aulnay-sous-Bois, en presencia del club Xantia Activa, donde se expusieron un total de 56 vehículos.

Nueve años de audacia e innovación al servicio del confort

Durante sus nueve años de producción, el Xantia ha experimentado numerosos cambios. Inicialmente, el modelo estaba disponible en dos acabados (SX y VSX), con tres motores diferentes. Las versiones tope de gama incorporaban el sistema hidroneumático “Hydractive II”, un sistema de suspensión controlado electrónicamente que reducía el balanceo y mejoraba la conducción, sin restar confort. En 1994 se lanzaría la versión Activa, que utilizaba el sistema Hydractive II complementado con dos cilindros que impedían que el balanceo superara los 0,5°, elevando a diez el número de esferas a bordo. Así equipado, el Xantia podía mantenerse plano en las curvas. Una tecnología que conduciría al desarrollo de neumáticos específicos con el fabricante Michelin.

En 1995, la furgoneta Xantia salió al mercado, dos años antes de que el modelo Xantia experimentara una renovación, hasta que finalmente, en 1998, el Xantia debutó con el nuevo motor diésel 2.0 HDi de Groupe PSA, un bloque diésel con tecnología common-rail de alta presión.

Confort, seguridad, tecnología y placer de conducción eran las consignas de este recién llegado en 1993. Un confort incomparable en la época, con una amortiguación que se convirtió en una verdadera firma del Xantia y de los modelos que le sucedieron. En el interior, el Xantia presentaba una verdadera armonía entre colores y materiales, en un espacio bien decorado. También incluía un habitáculo reforzado y más rígido, con mayores espesores de chapa prelacada y barras de refuerzo en las puertas para una mayor seguridad a bordo.

Confort absoluto – La suspensión Hydractive II

En términos tecnológicos, fue la introducción de Hydractive II -tecnología que combinaba la potencia de la hidráulica con la rapidez de la electrónica- lo que simbolizó la diferencia del Xantia respecto al resto. La suspensión hidroneumática convencional se complementó con una bola adicional por eje, que podía activarse mediante las electroválvulas del circuito normal, compuesto por una bola por cilindro de suspensión. Esto permitía definir dos estados de flexibilidad y amortiguación de la suspensión: uno más suave y otro más deportivo. Los sensores permitían entonces a la ECU elegir entre los dos modos, en función de las situaciones de conducción.

En ambos casos, esta tecnología permite a conductores y pasajeros viajar con gran confort, pero sobre todo, con mayor serenidad.

Inspiración para el mundo de la publicidad

El Xantia presentaba innovaciones y cualidades que lo hacían ideal para la publicidad de Citroën. Podemos citar en particular el famoso anuncio de 1995 protagonizado por Carl Lewis, en el que el deportista se veía obligado a convertirse en monje a causa de una apuesta. Para él, era imposible que un coche pudiera girar en las curvas manteniéndose plano, algo que sí podía hacer el Xantia. Más tarde, en 1999, apareció otro anuncio completamente distinto, en el que aparecía una pirámide del Xantia demostrando su excelente manejabilidad.