Clásicos • 07 Fev 2023
Clásicos • 13 Abr 2023
Por primera vez el “The Beast” fue vendido
La idea de “The Beast” surgió a finales de los años 60 en la mente del ingeniero Paul Jameson, cuando adquirió un motor Meteor de la Rover, producido para tanques de combate, y construyó un chasis para que éste pudiera desplazar un automóvil acoplado a una caja manual.
Jameson no terminaría el proyecto, dejando el automóvil de 700 caballos sin carrocería, cabiendo al nuevo dueño, John Dodd, la responsabilidad de “vestir” el automóvil, que pasaría entonces a llevar una carrocería en fibra de vidrio concebida por Bob Phelps, figura de referencia en Drag Racing en Inglaterra. Phelps ideó el aspecto dramático a partir de un Ford Capri Mk I, apelando a la imagen de Rolls-Royce con el uso de capot, parrilla y parachoques de un Corniche.
Dodd adaptó una caja de cambios automática Turbo 400 de GM de tres velocidades a The Beast, sustituyendo a la originalmente instalada por Jameson debido a la incapacidad de este elemento para manejar el par del enorme motor de 12 cilindros.
The Beast ganó rápidamente un lugar en el corazón del público europeo. La creación de Dodd cimentó también posición en las páginas del libro del Guinness, a la fecha, bajo el título de automóvil de carretera más potente del mundo. John Dodd probaba con frecuencia los límites del automóvil en las autobahns sin restricción, con el automóvil girando cómodamente en los 300 km/h. Por otra parte, el propietario declaró en una entrevista concedida a la BBC en 1974 que el objetivo de The Beast era superar en rendimiento a todos los demás automóviles, al tiempo que podía funcionar con la gasolina más barata disponible, un aspecto útil ya que el depósito del automóvil tenía una capacidad de 140 litros.
Durante el viaje de regreso de Suecia, The Beast tuvo una posible fuga de gasolina, provocando un incendio imposible de contener, donde las llamas envolvieron y consumieron por completo el automóvil. Dodd se negó a permitir que The Beast muriera y el chasis fue transportado a Inglaterra, dando inicio a un ambicioso proceso de recuperación y mejora que se encontraría concluido en 1981.
Un nuevo motor, esta vez un Merlín de 27 litros de cilindrada del legendario Spitfire fue asociado al chasis, proveyendo 850 caballos. El nuevo depósito de aceite pasó a contar con una capacidad de casi 38 litros, los frenos y eje trasero Currie fueron retirados de un Jaguar XJ12 y la suspensión delantera y caja de dirección del Austin Westminster. El exterior está tapizado con llantas Centreline.
Bob Phelps volvió a idealizar una carrocería de fibra para el automóvil, esta vez con inspiración en el Reliant Scimitar y construida en la Fibre Glass Repairs, con puertas moldeadas a partir del Cortina Mk III. La versión Mk I se definía ciertamente como de proporciones curiosas, pero también tenía cierta elegancia inherente a líneas bien definidas y a una coherencia estilística. The Beast Mk II ha vuelto a incorporar elementos de Rolls-Royce, como la parrilla y el icónico emblema Spirit of Ecstasy. Esta insistencia de Dodd, contra los consejos de Bob Phelps, colocó nuevamente al automóvil en la mira de Rolls-Royce. Después de una disputa judicial, The Beast perdió la parrilla de Rolls-Royce, siendo reemplazada por un “JD” de gran tamaño. Dodd se iría a vivir a Málaga, llevando consigo el Beast, haciendo las delicias por donde pasaba.
Desafortunadamente, en diciembre de 2022, John Dodd falleció a los 90 años, lo que llevó a la familia a vender el automóvil por primera vez en la historia. En el mes de marzo se llevó a cabo la subasta, a través de la plataforma de Car & Classic, que se vende por 72.500 libras, aproximadamente 82.500 euros.