70mm: The Blues Brothers (1980)

Esta es la primera película que escapa completamente al género que estamos acostumbrados a referenciar, no es una película de acción, mucho menos tiene que ver con la competencia y hasta resulta un poco surrealista.

Puede ser considerado una comedia, con números musicales a la mezcla. Aunque el componente automóvil es fuerte desde los primeros momentos de la película.

Todo comienza en el establecimiento penitenciario de Joliet (la misma de Prison Break), a la puerta del cual Elwood Blues (Dan Aykroyd) espera la salida de su hermano Jake Blues (John Belushi). Nuevamente reunidos, Jake se queja del nuevo auto, pregunta por el Cadillac que solían tener, el Bluesmobile. Durante su encarcelamiento, Elwood hizo un intercambio, el Cadillac por un micrófono de estudio. Terminó reemplazando el Cadillac por un viejo auto de policía, un Dodge Monaco, con frenos, suspensión, neumáticos y motor 440 (7.2 litros) preparados para soportar las demandas de las fuerzas policiales pero, sobre todo, es un modelo sin catalizador que puede usar gasolina barata.

De mala gana, Jake aprueba el nuevo Bluesmobile.

Cumpliendo la promesa de visitar el antiguo orfanato donde ambos crecieron, descubren que el mismo se encuentra en riesgo de cerrar si no pagan el 5000 dólares de impuestos atrasados en los próximos once días. En un momento de inspiración divina, provocada por el sermón del reverendo Cleophus James (James Brown), Jake decide reunir a la banda y dar un espectáculo en el que la taquilla revierte a favor del orfanato. Los hermanos se ponen en camino en una misión divina, por su camino se encuentran con varias estrellas del mundo musical desde Ray Charles, Cab Calloway, Aretha Franklin y John Lee Hooker.

Irritan a los neonazis, destruyen un centro comercial y escapan a varios intentos de asesinato de la ex novia de Jake (Carrie Fisher). Toda esta confusión culmina en una persecución indiscriminada. En cuanto a los vehículos destruidos, ha superado todo lo que se había hecho hasta ahora.

Gran parte de la destrucción durante el rodaje se debe a las escenas que se desarrollan en el centro de la ciudad, donde el Bluesmobile llegó a alcanzar 190 km/h. En total 103 coches fueron a la chatarra.

Es una película para toda la familia, en un tono casi de dibujos animados.