Cinco artículos de Speedflag para celebrar el Gran Premio de Mónaco

Automobilia 25 Mai 2023

Cinco artículos de Speedflag para celebrar el Gran Premio de Mónaco

Mónaco y Fórmula 1. En la imaginación de todos, nos sigue la voluntad de tener el circuito urbano más fascinante del mundo solo para nosotros. Por una sola vuelta, sin nada ni nadie que se interponga en el camino del hombre y la máquina, juntos, subiendo Beau Rivage a la curva del Casino de Monte Carlo, bajando hasta Mirabeau, cruzando el Tunnel a 300 km/h, y haciendo la sección de Tabac y Piscine a fondo. 

Es el lugar donde nacen leyendas improbables, y donde se coronan los Reyes y Príncipes de Mónaco. Ayrton Senna, Michael Schumacher y Graham Hill, por un lado, y por el otro, desafiando todas las probabilidades, un venturoso Olivier Panis, superviviente del enorme caos de la carrera de 1996. A veces las leyendas se construyen simplemente en el lugar correcto, en el momento adecuado. No temiendo adelantamientos considerados imposibles, en el más ínfimo de los espacios. Quien gana en Mónaco, gana para toda la vida. Por un día, una tarde, el más improbable de los pilotos se convierte en Príncipe del Principado, ungido con champagne, coronado con la copa entregada por los Grimaldi.

Para celebrar el 80º Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, el Diario de los Clásicos, en colaboración con Speedflag – Fuelling your Lifestyle, el nuevo Marketplace para “petrolheads”, sugiere 5 artículos indispensables a todos los que viven este fin de semana especial de Gran Premio, que lleva el glamour de la Fórmula 1 a la Riviera Francesa.   

Gilles Villeneuve Monaco ’81 – Ferrari 126

El ídolo de los Tifosi que no vivió lo suficiente para ser campeón.

En 1981, el binomio infernal Villeneuve-Ferrari 126CK fue tan abrumador en la lucha con Alan Jones, que el propio constructor transalpino lo llamó “una carrera inolvidable”. Después de todo, fue la primera victoria de un motor turbo en Mónaco.

La ilustración del Ferrari 126CK de Gilles Villeneuve, de Alex Wakefield, inmortaliza la primera victoria Ferrari de la era turbocomprimida.

The “Rainmaster” Reigns – Artwork

Rudolf “Rainmaster” Caracciola dominó la era pre-guerra de los Grandes Premios, firmando prestaciones sublimes bajo la lluvia. 

En el Gran Premio de Mónaco de 1936, ya en la segunda vuelta, la lluvia torrencial y una enorme mancha de aceite alejaron a los pilotos del Mercedes-Benz Louis Chiron y Manfred von Brauchitsch de la prueba, así como a Bernd Rosemeyer, piloto de la Auto unión. 

Rudolf Caracciola tomó el control de la carrera, y la dirigió de hilo a cordio. El primero, segundo y tercer lugar fueron conquistados por los “Silver Arrows”, con Caracciola asegurando la victoria, en una carrera accidentada sin igual en la historia de los “Silver Arrows”, tal como demuestra esta ilustración.

McLaren MP4/4 – Ayrton Senna – Helmet – 1988

El reinado de Ayrton Senna en las calles del Principado se inició en 1987, estando grabado en la mente de cada serio conocedor de la historia de la Fórmula 1 la famosa vuelta de “cuchillo en los dientes”, en el Gran Premio de Mónaco de 1988.  Como Senna admitió más tarde, la “vuelta de los dioses”, al volante del todopoderoso Mclaren-Honda MP4/4, fue una experiencia extrasensorial, más allá de su comprensión consciente.

Seis victorias, obtenidas en 1987, 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993, hicieron de Senna el Rey de Mónaco, superando la marca de cinco victorias alcanzadas por Graham Hill en la década de 1960. Ningún otro piloto ha logrado tal logro hasta hoy.

El casco tricolor, con los colores de Brasil, es uno de los eternos objetos de culto del deporte motorizado.

Ferrari F1 2000 – Michael Schumacher – 7 Times World Champion Poster

El Ferrari F1 2000 es el rompedor de la maldición de Ferrari, que permaneció durante 21 años sin ganar ningún título de piloto. En el Gran Premio de Japón, última carrera del campeonato realizada el 8 de octubre, y liderado por Mika Häkkinen hasta la 37ª vuelta en el circuito de Suzuka, Michael Schumacher consiguió, con la genialidad estratégica de Ross Brawn, lo que Maranello tanto anhelaba desde su llegada en 1996, después de las fabulosas temporadas de 1997 y 1998.

La campana de la iglesia del pueblo cuna de Ferrari sonó sin parar durante las siguientes cuatro temporadas, hasta que Michael Schumacher se convirtió en el piloto más exitoso de la Fórmula 1 en 2004, con siete títulos mundiales. 

Mónaco vio a Schumacher saborear la victoria cinco veces, con la carrera de 1997 poniendo al piloto de Kerpen en el pedestal de los maestros de la velocidad, en una magistral “danza bajo la lluvia”.

Monaco Grand Prix (1965) Magnet

Un simple imán de refrigerador, dirían algunos. Indispensable para sostener los recordatorios dejados en la cocina, ya sea con recados o listas de compras para casa, el imán que celebra el Gran Premio de Mónaco de 1965 simboliza una de las cinco victorias de Graham Hill conquistadas en las calles del Principado.

Uno de los grandes Gentleman Drivers de su generación, Hill es aún hoy el único piloto en la historia del Automovilismo que ha logrado la “Triple Corona”: ganar el Gran Premio de Mónaco, las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans.

Valiente y determinado, leal y respetado por sus pares, Graham Hill es merecidamente titular del título de “Mr. Monaco”, además de los dos títulos mundiales de Fórmula 1 de 1962 y 1968.

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