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El Fiat 8V, también conocido como Otto Vu, fue un automóvil deportivo producido por la marca italiana de 1952 a 1954 en números bastante reducidos, en una producción de solo 114 ejemplares. Fue desarrollado por Dante Giacosa y por el diseñador Luigi Rapi, no compartiendo ningún componente con otro automóvil Fiat, exceptuando el diferencial; utilizaba, sin embargo, varias piezas producidas por Siata, como su chasis tubular. Fue presentado en el Salón de Ginebra de 1952, y fue denominado por 8V pues la Fiat juzgaba que la Ford poseía los derechos sobre la sigla “V8”.
Como su nombre indica, estaba equipado con el motor V8 Tipo 104, que había sido desarrollado para una Berlina de lujo destinada al mercado norteamericano, pero que nunca llegó a ver la luz del día. Con un ángulo de 70 grados, este motor tenía una cilindrada de 2,0 litros y estaba equipado con dos carburadores dobles Weber 36 DCF 3. En su primera versión, tenía una tasa de compresión de 8.5:1, y desarrollaba 105cv a las 5.600rpm, alcanzando los 190km/h de velocidad máxima. Ya en la segunda, el motor contó con una afinación de la distribución diferente y la potencia subió para los 115cv a las 6.000rpm. Finalmente, en la última evolución del motor la relación de compresión pasó a 8.75:1 y la potencia subió a 127cv a 6.600rpm. Acoplado al motor, había una caja manual de cuatro velocidades. La suspensión era totalmente independiente en las cuatro ruedas y el frenado estaba a cargo de frenos de tambor.
Como era habitual en la época, y debido a su carrocería semimonocasco, las diversas carrocerías italianas produjeron diferentes carrocerías para el Fiat 8V. Mientras que de los 114 ejemplares producidos, 34 recibieron carrocerías del propio Dipartimento Carrozzerie Derivate y Speciali de Fiat y fueron producidos en las instalaciones de Siata, los restantes fueron construidos por otras carrozas, como Zagato, Vignale, Ghia, entre otras.
La Ghia llevó el 8V a otro nivel, en lo que al diseño se refiere, inspirándose en la Jet Age, naciendo el Fiat 8V Supersonic, con un diseño bastante audaz y futurista, a cargo de Giovanni Savonuzzi. En total, solo se produjeron 14 ejemplares.
Presente en este artículo está el Fiat 8V Supersonic con el chasis número 43, que fue vendido nuevo a Briggs Cunningham a través del concesionario americano Howard “Dutch” Darrin, de Nueva York, que también había encargado otra unidad a la Ghia, con el chasis número 39. Estos dos automóviles fueron entregados en diciembre de 1953, y tienen la particularidad de estar equipados con dos faros auxiliares en la parrilla y de no tener parachoques.
Cunningham adquirió el automóvil mientras hacía la prueba en la pista de Sebring y lo mantuvo hasta 1959, cuando se lo vendió a un residente en California. Después de pasar por varios propietarios y de haber cambiado el color a rojo, además de ver su motor original sustituido por un V8 Chevrolet, llegó a las manos del coleccionista Jarl de Boer, que lo restauró hasta su forma original, incluyendo el color y la mecánica. El motor no era el original del chasis, pero en el momento de la venta de Boer a Paul Sable, éste consiguió encontrar el bloque original y procedió a su montaje en el automóvil.
Fue llevado a subasta, a través de un evento llevado a cabo por RM Sotheby’s en Monterey, los pasados días 17 a 19 de agosto, siendo vendido por 2,26 millones de dólares, cerca de dos millones de euros.
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