Archivos • 20 Fev 2023
En la actualidad, algunos coches clásicos son considerados como verdaderas y deseables piezas de arte, pudiendo alcanzar cotas de varios millones de euros.
Pero no siempre fue así. En el pasado, los coches obsoletos no tenían ningún interés como piezas de colección, valiendo poco más que su peso como chatarra. Por eso se asistió a la rutinaria destrucción de miles de vehículos que hoy tendrían fácilmente la clasificación de históricos.
Uno de los casos habría sido el Talbot T150 C SS con carrocería “Goutte d’Eau’ construida por el famoso Figoni et Falaschi que vemos en esta imagen por mí coloreada.
Construido a finales de los años 30, unos 20 años más tarde ya no poseía ningún valor comercial, aunque aún era bastante potente, un modelo que en su época había sido capaz de disputar los primeros lugares de las 24 Horas de Le Mans, equipado que estaba con un motor de seis cilindros en línea y cuatro litros de cilindrada, capaz de debitar cerca de 140 cv.
Por eso, un Talbot de este tipo, muy potente y muy barato en el mercado de usados, se convertía en un “must” para carreras secundarias, como esta prueba de “stock Cars” realizada en Francia en el año 1958. En realidad, una competición con una dinámica más cercana de lo que consideraríamos hoy un “demolition derby” que de una carrera de coches convencional.
El hecho de tener una carrocería estilizada y construida por los famosos Giuseppe Figoni y Ovidio Falaschi no tenía ninguna relevancia para su propietario que aquí vemos sobre el coche destrozado tras haber golpeado con alguna fuerza a un infeliz adversario.
No será difícil imaginar el destino que el bello T150 SS habrá seguido, habiendo terminado sus días en algún desguace.
Hoy, un Talbot T1500 SS Figoni & Falaschi como el que aquí vemos se comercializa por valores siempre superiores a los 3 millones de euros.