Opel Omega Lotus: El mega Opel

Archivos 16 Out 2023

Opel Omega Lotus: El mega Opel

Por Bruno Machado

En 1991, Mercedes-Benz con el 500E y BMW con el M5 dominaban la categoría de las grandes berlinas deportivas. Pero una ofensiva surgiría de donde menos se esperaba: ¡el Opel Omega! Lo que podía parecer, inicialmente, una broma se volvió más preocupante para aquellas dos empresas cuando las otras marcas del grupo GM ayudaron a la fiesta, comenzando por Lotus.

Deseosa de mostrar las potencialidades existentes en el grupo, General Motors envió entonces el Omega 3000 24v a Hethel, donde los ingenieros de Lotus hicieron una actualización del motor pasando la cilindrada a 3615 cm3, le agregaron dos turbos haciendo así aumentar la potencia de 204 a 377 caballos, le juntaron la caja de seis velocidades del Corvette ZR-1 para poder soportar el par de 579 Nm, ¡compitiendo al eje trasero de Holden para sostener las ruedas traseras motrices!


Estéticamente, el Opel Omega Lotus era más ostensivo que los rivales de Stuttgart y Múnich, sin caer en grandes extravagancias, con un kit carrocería específico: guardabarros alargados para las ruedas (235/45 delante y 265/40 atrás), entradas de aire en el capó, un alerón más deportivo, un alerón y un discreto Empire Green, como único color disponible. En el habitáculo, las diferencias con el Omega 3000 24v que le sirvió de base eran mínimas: tapicería de cuero y el nombre “Lotus” en el volante (¡sin airbag!), detrás del cual encontrábamos un velocímetro graduado hasta 300 km/h!


El resultado de todo esto: una velocidad máxima por encima de los 280 km/h y un 0 a los 100 km/h despachado en 5,6 segundos cuando el Mercedes 500E no podía hacerlo mejor que 250 km/h y 7 segundos en el 0 a los 100. En resumen, las actuaciones de un Porsche 911 Carrera 2 en un automóvil familiar. No hay duda: ¡Opel no venía a hacer de extra!

La conducción tampoco daba descanso. Mientras que el 500E proponía actuaciones elevadas pero con serenidad y caja automática, el Omega Lotus, desprovisto de cualquier ayuda electrónica, exigía algunas nociones de pilotaje, pues si a un ritmo más tranquilo el automóvil podía comportarse como una tracción delantera, ¡Un error de dosificación en el acelerador en el momento equivocado para que el eje trasero pase adelante! Como era de esperar, Lotus desarrolló un deportivo de primera categoría… para quien sabe pilotar. Catapultava conductor y tripulantes, frenaba derecho, pero en carreteras montañosas o en pista sinuosa era importante contener el entusiasmo.

Se trataba de un automóvil que no era del todo razonable, tanto en términos de conducción como en términos de mantenimiento cotidiano debido a su carácter exclusivo. ¿Demasiado exclusividad, falta de imagen? Lo cierto es que a pesar de sus altas actuaciones, el Opel Omega Lotus no tuvo el mismo éxito que sus rivales alemanes, habiendo sido producidas solo 950 unidades. ¡Una rareza muy apetecible!

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