Archivos • 09 Mai 1996

El clásico de hoy es todo menos excéntrico. Fuente de grandes alegrías, los clásicos son sin la menor duda parte de nuestra vida. Para mí, vivir el espíritu de los clásicos es un eterno interpretar de visiones. Si unas fueron bien logradas, otras no tanto. En mi opinión, cada automóvil, clásico o no, fue el resultado de una necesidad. Posiblemente lejos de satisfacer la eterna búsqueda de lo perfecto, o de satisfacer los deseos de una sociedad exigente, cada clásico representa una apuesta. Al igual que en un juego de ruleta tradicional, cada apostador deposita su dinero en la esperanza de un retorno financiero. Así funciona el mercado del automóvil, lleno de éxitos y fracasos, y muchos clásicos cuentan esa historia, pero solo para quien la quiere oír.

Amada por muchos, ignorada por otros, Peugeot fue responsable de una tradición bastante sólida de robustez y confort. La historia de la marca que se reinventó década tras década y continúa su curso lleno de patriotismo e historia. Después de los primeros años de carencia económica de la Segunda Guerra Mundial, en que los automóviles de lujo eran poco demandados, la dirección de la marca francesa se aventuró en un mercado muy competitivo, determinada a terminar la hegemonía alemana en el segmento ejecutivo.
Dado que Peugeot no ofrecía un competidor a los automóviles alemanes, como el BMW Serie 5 y el Mercedes-Benz 300, la marca francesa apostó fuerte en un automóvil sólido, seguro y en una experiencia de conducción única en el mercado. El Peugeot 604 fue la apuesta sobria de una marca considerada por el público como la ideal para desarrollar clase sobre ruedas, y así ofrecer el tan esperado modelo ejecutivo.

Presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1975, este modelo apreciaba por su elegancia y líneas delicadas. El estilo conservador no fue un factor adulador de este, a pesar de haber sido desarrollado por la prestigiosa casa Pininfarina. Posiblemente la innovación y la audacia de este automóvil era inferior a lo esperado para una entrada triunfal en la mesa de los gigantes. Hecho es, que el diseño interior y exterior fueron la fuente de mayor crítica a este clásico, que tanta tinta hizo escribir en las revistas de la especialidad. Numerosas Reviews han elevado este automóvil a un estatus digno de su valor. Grandes revistas líderes en los mercados objetivo de Peugeot como Motor, Car, What Car? y Classic & Sportscar han realizado numerosas pruebas y comparaciones.

En un segmento que contaba también con la competencia de marcas como Lancia, Ford y Rover, el Peugeot cumplió con distinción en las pruebas de confort, calidad y con mención honrosa para su dirección. Los críticos no se contuvieron cuando llegó la hora de alabar el coche que sin traer innovación, maravilló con su clase sutil y confort exuberante. Todos los cuidados del fabricante aseguraron un automóvil capaz de proporcionar un viaje silencioso y sin sobresaltos. Para ello contribuyeron la excelencia de los materiales utilizados, así como la nobleza de los acabados interiores.

Peugeot no ha escatimado esfuerzos para hacer de este automóvil un equilibrio perfecto entre adrenalina y tranquilidad. Pese a que no deseaba un coche de carreras, la primera versión presentada al público, la SL, venía equipada con un motor V6 de 136 CV de potencia a gasolina. La potencia era transmitida a las ruedas traseras por una caja de cuatro velocidades. La suspensión independiente de las cuatro ruedas y las barras anti-aproximación de serie proporcionaban una excelente calidad de conducción a altas velocidades y una absorción de las irregularidades inigualable en el segmento. Los frenos de disco de las cuatro ruedas daban un poder de frenado superior a la media y se accionaban mediante servofreno y doble circuito.

Posiblemente la culminación de años de trabajo arduo no fue suficiente para el 604, siendo que el mercado nunca reconoció el verdadero valor del Peugeot 604, lo que llevó a su olvido gradual como símbolo de elegancia, clase y gran calidad. Su producción no dejó descendencia directa, e irónicamente fue el fantástico caballo de batalla llamado Peugeot 504 que salvó al 604 de la ruina económica. El alto coste de adquisición de cada 604, incluso por encima del BMW Serie 5, fue compensado por la maestría de Peugeot en integrar muchos componentes del 504 en la construcción del Peugeot 604.

Aparentemente, la excelencia carece de algo más que realmente capte la atención del comprador. El propio CX de la hermana Citroën fue un éxito, probablemente aún viviendo del legado del magnifico DS. El camino del Peugeot 604 hacia el olvido fue inglório. Uno de los mayores exponentes del confort a la francesa queda para la historia como un fracaso en el objetivo magno de ofrecer una competencia sólida a los ejecutivos alemanes. Para mí, como automóvil, fue un éxito incuestionable. El 604 fue una de las piedras que hicieron el camino de PSA, y probaron al mundo la determinación de una marca que después de cuatro décadas todavía representa confianza, solidez y sobre todo, un Confort a la française!

Deixe um comentário