Archivos • 15 Mar 2023
Desde 1979, el V6 Busso de Alfa Romeo, en sus diversas cilindradas, del Alfa 6 al 166, pasando por el GTV6 2.5, deleitaba alfistis y no solo. Las normas ambientales Euro 4 determinaron su fin, pero antes de salir de escena, aún inicia una “gira de despedida”.
Después de un 155 que había alejado a algunos entusiastas, las líneas del 156 supieron tocar el corazón alfista, permitiendo el relanzamiento de la marca. Al sumarle la histórica sigla GTA (Gran Turismo Alleggerita), la “operación reconquista” tenía todo para funcionar bien…
El 156 GTA es lanzado en 2002, simultáneamente, en versión sedán y Sportwagon, con un kit carrocería claramente deportivo, pero sin caer en un tuning de mal gusto, que podría desfigurar las líneas dibujadas por Walter de Silva. Las llantas de 17 pulgadas, dejando transparentar los frenos Brembo de 305 mm, completan el estilo deportivo.
El interior también ha merecido algunos cuidados, con un equipo completo, asientos específicos y acabados de aluminio en el tablero rediseñado. Con todo esto el 156 GTA supera los 1400 kg, lo que lo hace más Gran Turismo que Alleggerita…
El motor, ya sabemos que se trata de un V6, pero ahora con una cilindrada de 3.179 cm3, con una caja de seis velocidades. Este V6 3.2 24v llega así a los 250 CV, lo que en 2002, es una potencia respetable (un BMW 330i contaba entonces con 231 CV, 265 para un Audi S4). El ya muy elogiado comportamiento del 156, se optimiza ahora para canalizar los 250 caballos, únicamente, por las ruedas delanteras: chasis rebajado, suspensión reforzada, vías ensanchadas y un sistema ASR para moderar algunos excesos.
A pesar de su base más familiar, el 156 GTA es perfecto para los papás más hedonistas, seducidos por sus líneas y encantados por sus actuaciones en la carretera, al son del “violín de Arese”.
Al año siguiente, la misma receta se aplica a 147 GTA, con un kit de carrocería específico, equipamiento completo y suspensión revisada, para disfrutar del V6 3.2 con los mismos 250 CV, cuando un Audi S3 cuenta con 210 CV y un Golf R32 con 241 CV, haciendo del 147 GTA el más potente de la categoría.
A pesar de esta avalancha de potencia en un vehículo tan compacto, el eje delantero del 147 GTA consigue “aguantar los caballos” gracias a un eje delantero particularmente trabajado (a semejanza del 156), siendo que la colocación del diferencial Q2 será siempre una plusvalía para el comportamiento.
Los 156 y 147 GTA son las versiones más deportivas del V6 3.2 y sin duda las más buscadas, pero existen alternativas para disfrutar de este mismo motor. Así, lo encontramos también en los últimos ejemplares del coupé GTV y del Spider, así como en el coupé GT, pero ahora con 240 cv y sin grandes alteraciones estéticas respecto a las otras motorizaciones. En un modo más senatorial (y con 230 caballos), puede todavía apreciarlo al volante de un Lancia Thesis, modelo injustamente infravalorado, pero que reúne lo mejor de dos mundos: el placer del V6 Busso con el lujo de Lancia (e incluso con algunos elementos del Maserati Quattroporte!).
Si la versión GTA 3.2 del 156 no es suficiente para usted, ¡siempre puede intentar adquirir el 156 GTA… 3.7 construido por Autodelta! No, no tiene nada que ver con la Autodelta de Carlo Chiti, se trata más bien de un taller inglés, mucho más reciente (Autodelta London Ltd), especializado en la preparación de modelos Alfa Romeo.
El 1 de enero de 2006, las normas medioambientales oficializan el fin del V6 Busso (Giuseppe Busso, muerto dos días después), sustituido por un V6 Holden que nunca mereció el entusiasmo de los alfistis. Así, aunque son automóviles lanzados después del año 2000, los modelos equipados con el V6 3.2, con destaque para los 156 y 147 GTA, marcaron el fin de un capítulo y son, por eso, ¡futuros clásicos!