Prototipo del día: Opel Corsa Sprint

Después de que Opel presentara su nuevo citadino Corsa en 1982, decidió iniciar el desarrollo de un automóvil que pudiera competir en la categoría reina de los rallys, con el fin de promover no solo este nuevo modelo, sino también la imagen deportiva de la marca.

Para ello, contó con la ayuda de la preparadora alemana Irmscher, compañera de larga data de la marca de Rüsselsheim, en lo que respecta a la preparación mecánica. El objetivo era competir en la categoría hasta 1.300cc, utilizando así la base del Corsa SR, pero elevando la potencia a unos impresionantes 126cv a las 7.600rpm.

En el interior se ha eliminado todo lo que no era necesario, añadiendo un rollbar, dos backets (con la retirada de los asientos traseros), cinturones de cuatro puntos, depósito de combustible en la zona trasera con capacidad de 80 litros y algunos manómetros auxiliares de fácil extracción, diseñados por Opel Design. El peso total se fijó en los 750kg.

El diseño estuvo a cargo de la propia Opel, que creó un modelo extremadamente agresivo y de rápida asociación a los modelos de competición, con un frente rediseñado, faros auxiliares en la parrilla, alargamientos pronunciados en la carrocería, entradas de aire en el capó haciéndose eco de las del manta B 400 del grupo B, nuevos parachoques y protecciones en las luces de posición. El trabajo final sería presentado en el Salón de Frankfurt de 1983.

Desafortunadamente, el proyecto no avanzó y no hubo Corsa Sprint ni en competición ni en la carretera. Para la historia queda el recuerdo de un ejemplar único.