El Honda S800 Coupé y una historia de espías

Archivos 16 Dez 2023

El Honda S800 Coupé y una historia de espías

Por Marcos Santos

En 2019 tuve la oportunidad de visitar el día de la Base Abierta, en Ovar, y por suerte tuve la posibilidad de ver una exposición de automóviles clásicos.

Pude hacer un breve artículo sobre esa misma exposición, aquí en el Periódico de los Clásicos. Sin embargo, hubo un automóvil que me captó la mirada de tal forma que me hizo imaginar un sinnúmero de cosas y posibles historias. Me refiero al Honda S800 Coupé.

Lo primero que se me ocurrió fue: “Si James Bond fuera japonés, sería su fiel compañero de aventuras”. ¡Pequeño pero robusto! ¡Compacto, de aire sobrio! Simple, como los nipónicos saben ser y con todo el aspecto de ser rebelde, a pesar de su aparente calma.

¡Luego imagínense los misiles saliendo de los faros, los neumáticos convirtiéndose en esquís acuáticos y su parrilla delantera en un escudo a prueba de balas!

Pasando a los hechos descubiertos por la curiosidad, es de todo importante revelar que el Honda S800 surge en 1966, como consecuencia de la alta tecnología desarrollada en la Fórmula 1 por esta marca.

Su diferencia, comparada con el predecesor S600, se situaba al nivel del motor, que tenía una garantía de dos años o 50.000 km. Era algo diferenciador, comparando con los competidores y ya emblemáticos Mini Cooper, el Triumph Spitfire o el MG Midget.

De dimensiones pequeñas, pero pensado para proporcionar la mejor de las sensaciones de conducción, el Honda S800 deleitaba a todos los que podían experimentarlo. Basta con mirar el cuentakilómetros, que marcaba 200 km/h y lo cuenta rotaciones con 11.000 rpm, para que el conductor se sienta parte de la máquina.

Con un motor relativamente pequeño, de 791 cc y 70 cv, pero con menos de 800 kg, el S800 hacía 13 segundos de los 0-100 km/h, embalado por el sonido de los cuatro carburadores KEIHIN, hasta alcanzar la velocidad máxima de 156 km/h. ¡Poderoso, a pesar de los números!

La mejor nota estética va para el modelo Coupé, que es lo que se evidencia en este artículo, existiendo aún el Cabrio.

Al principio, el S800 estaba equipado con suspensión independiente, pero poco después Honda aplicó un eje trasero para una mejor seguridad y eficacia.

El Honda S800 pasó por una serie de mejoras y transformaciones con la intención de entrar en el mercado americano, siendo para eso creado el S800M.

Sorprendentemente y atendiendo a los “Muscle Cars” de EE.UU., el pequeño pero poderoso motor del S800, no logró alcanzar los estándares de control de emisiones estadounidenses. Con la entrada en el mercado de exportación más importante del mundo bloqueado, Honda silenciosamente cerró la producción del S800 en 1970, después de 11.500 vehículos han sido construidos.

El Honda S800 fue el predecesor del S2000 y la marca tardó casi 30 años en encontrar un deportivo digno de este pequeño japonés, que bien podría ser el coche del espía más famoso del mundo, si fuera japonés.

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