Clásicos • 24 Nov 2022

El 22 de abril de 1966, Renault y Peugeot acordaron una cooperación para la adquisición y compra de componentes para la producción conjunta de automóviles. Esta decisión surgió tras la creación de la CEE (Comunidad Económica Europea), prevista para el 1 de julio de 1968, con el objetivo de hacer que las marcas francesas fueran más competitivas.
Bernard Hanon fue el encargado de liderar el proyecto de desarrollo de automóviles en colaboración entre ambas marcas en varios segmentos, incluido el de lujo. En el verano de 1966, nació en este último segmento el Proyecto H, que consistía en la producción de un modelo de gama alta para ambas marcas, para competir con el Citroën DS (en ese momento, esta aún era una marca independiente).
El desarrollo del motor estuvo a cargo de Peugeot, que construyó un motor V8 de 3,5 litros de cilindrada, alimentado por dos carburadores de doble cuerpo. Hasta hoy, no se ha divulgado la potencia desarrollada. Al motor se le acopló una caja de cambios manual de cuatro velocidades que enviaba la potencia a las ruedas traseras. También estaba prevista la instalación de una caja de cambios manual de cinco velocidades, que seguramente sería la elegida para el modelo de producción, dada su posición en el mercado. La suspensión también fue diseñada por Peugeot, que aplicó un sistema similar al utilizado en el Peugeot 404, con una solución oleopneumática en el eje trasero.
El interior, diseñado por Robert Broyer, era muy refinado y lujoso, con acabados soberbios y varios elementos raros en los años 60, como el aire acondicionado y los controles de ventilación independientes en los asientos delanteros y traseros.
En cuanto al diseño, cada marca trabajó por separado para crear automóviles diferentes y acordes con la estética de cada una. Renault, a pesar de haber trabajado con tres diseños diferentes, solo produjo el prototipo diseñado por Michel Béligord, en el que destaca el techo inclinado en la zona trasera.
Este proyecto de un automóvil de lujo para ambas marcas no llegó a ver la luz del día y fue cancelado a principios de 1967. Como factor decisivo, se puede señalar la baja demanda de automóviles de este tipo, especialmente fuera de Francia.
Afortunadamente, este único prototipo construido del Renault Project H ha sobrevivido hasta hoy, estando bajo la responsabilidad del departamento Renault Classic.