Archivos • 22 Mar 2023
Siempre que pensamos en acrobacias en motocicletas, inevitablemente nos viene a la mente Evel Knievel. Hace 84 años, nacía una leyenda que rompió récords y desafió la muerte en varias ocasiones.
En ocasión del 84º aniversario de su nacimiento, conozcamos un poco más sobre el hombre que vivió al límite y su pasión por las motocicletas.
¿Quién fue Evel Knievel?
Evel Knievel, cuyo nombre real era Robert Craig Knievel Junior, nació el 17 de octubre de 1938 en Butte, en el estado estadounidense de Montana, una ciudad centrada principalmente en la minería de cobre. Después del divorcio de sus padres en 1940, fue criado por sus abuelos junto con su hermano.
Cuando dejó la escuela, Knievel pasó de un trabajo a otro, al mismo tiempo que su comportamiento alborotador y controvertido comenzó a considerarse una amenaza. Cuando consiguió trabajo en las minas de cobre como perforador, fue despedido rápidamente después de intentar hacer una “cabriola” con una máquina, lo que resultó en una colisión con la línea principal de energía de la ciudad, causando un apagón durante varias horas.
Después de este episodio, Knievel se enlistó en el ejército de los Estados Unidos, específicamente en la escuela de paracaidistas, donde realizó más de 30 saltos. También jugó hockey semi-profesional y participó en carreras de motocicletas.
Saltos y acrobacias: cómo todo comenzó
Con solo ocho años, el joven Robert tuvo la oportunidad de ver un espectáculo de acrobacias de Joie Chitwood durante un salón del automóvil. Joie Chitwood era un intrépido piloto de carreras estadounidense y fue una gran influencia para Knievel, llevándolo a seguir esta carrera.
En 1956, Knievel tuvo un accidente en motocicleta después de una persecución policial y fue arrestado por conducción imprudente. En la cárcel, su compañero de celda, llamado William Knofel, fue apodado por el guardia de la prisión como “Awful Knofel”. Cuenta la historia que fue este guardia, a quien le gustaba rimar con los nombres de los prisioneros, quien “bautizó” a Robert como Evel Knievel, y este adoptó ese nombre artístico.
En 1965, Evel Knievel se mudó a Moses Lake, Washington, donde trabajó en una tienda de motocicletas. Para impulsar el negocio, anunció que saltaría en motocicleta sobre una caja con cascabeles y una jaula con dos leones. La acrobacia no salió exactamente como estaba planeado, ¡pero este fue el primer salto hacia la fama!
Los saltos (y caídas) más memorables
Caesar’s Palace (1967)
El 31 de diciembre de 1967, Knievel realizó el salto que lo haría famoso. Al saltar la fuente del Casino Caesar’s Palace en Las Vegas, y ante miles de personas, despegó de la primera rampa con un despegue casi perfecto. Sin embargo, en la rampa de aterrizaje, la rueda trasera de la motocicleta golpeó el borde. A continuación, la multitud presenció una caída bastante espectacular, en la que Knievel fracturó varios huesos, quedando incluso en coma durante 29 días.
Madison Square Garden (1971)
En 1971, durante el Auto Thrill Show en el Madison Square Garden, Evel Knievel saltó con éxito sobre una línea de diez automóviles, al volante de una Harley Davidson y vestido con su icónico traje de cuero rojo, blanco y azul.
Snake River Canyon (1974)
Dado que no pudo obtener autorización para realizar un salto en el Gran Cañón, Evel Knievel eligió el Snake River Canyon, en Idaho, para intentar saltar de un lado a otro del desfiladero. Para llevar a cabo esta hazaña, en lugar de una motocicleta convencional, Knievel utilizó un cohete a vapor llamado Skycycle X-2. Algunos segundos después del lanzamiento, los paracaídas se abrieron prematuramente y el Skycycle cayó al suelo, en el mismo lado del desfiladero desde donde despegó.
Wembley Stadium (1975)
Después del intento fallido en el Snake River Canyon, Knievel se dirigió al estadio de Wembley para saltar una fila de 13 autobuses, mientras alrededor de 80 mil personas observaban la acrobacia. Evel comenzó bien, pero al pasar el último autobús… otra caída fea. A pesar de sus múltiples heridas, Knievel se dirigió al público para hacer una declaración: “Nunca, nunca, nunca volveré a saltar”.
Esa declaración resultó prematura, ya que Evel Knievel aún realizó algunos saltos más, algunos con más éxito que otros. Al final de su carrera de 15 años, entre 1965 y 1980, Knievel realizó más de 75 saltos en motocicleta.
Irónicamente, Knievel no murió debido a sus arriesgadas acrobacias. Padecía diabetes, problemas hepáticos y fibrosis pulmonar, y el 30 de noviembre de 2007 falleció en Clearwater, Florida, debido a complicaciones respiratorias.
Así fue la vida del hombre “rompecostillas”, cuyo éxito trascendió las fronteras estadounidenses, siendo conocido mundialmente por su mayor talento: volar sobre dos ruedas.