Competicion • 25 Jan 2023

Juan Jover ya era un piloto experimentado cuando, después de su buen desempeño en las 24 Horas de Le Mans al volante de un Delage que compartió con Henri Louveau, decidió regresar a la prueba francesa con una versión especial de los nuevos Pegaso, automóviles de Gran Turismo diseñados por el ingeniero Wifredo Ricart, quien había hecho fama y carrera en Alfa Romeo y estaba en los inicios de la nueva marca española de autos deportivos y camiones Pegaso, propiedad de ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones, S. A.).
Sin limitaciones financieras, Juan Jover quería una versión especial del ya de por sí sofisticado Pegaso Z-102, y dado su fortuna y palmarés, Pegaso tuvo en cuenta su pedido para una participación en las 24 Horas de Le Mans de 1952, donde Jover debería hacer equipo con Joaquín Palacio en un nuevo ENASA (Pegaso) Berlinetta llamado “Cupula”, diseñado por Agustín Masgrau y con una aerodinámica proyectada para Le Mans.
Sin embargo, alrededor de dos meses antes de la carrera, parte del equipo viajó a Le Mans para probar el trazado con un Pegaso Z-102 “berlinetta” de serie. Pero las pruebas nocturnas en carreteras abiertas no pudieron haber sido más desalentadoras, ya que no solo las válvulas del motor se rompieron en pocas horas, sino que los frenos no estaban a la altura de las exigencias del circuito. De hecho, el propio ingeniero Wifredo Ricart canceló las tres inscripciones solicitadas para el equipo ENASA. Una decisión difícil pero correcta.
Al año siguiente, ENASA confirmó la inscripción en Le Mans de dos nuevos “Spyder” con carrocería Touring y motores sobrealimentados de 2.472 cc, que debían ser pilotados por Joaquín Palacio con Julio Rech y Juan Jover con el Príncipe Paul Alfons Von Metternich-Winneburg.
Cuando los nuevos Pegaso aparecieron en el día de entrenamientos, atrajeron la atención de todos los presentes. Elegantes, rápidos, estables, tenían casi todo para destacar. Sin embargo, los frenos seguían funcionando mal, como ya había sucedido en las pruebas del año anterior.
Pero el mayor problema surgiría cuando Juan Jover, al volante del Pegaso #28 que vemos en esta foto en blanco y negro que he coloreado, perdió el control del coche cuando circulaba a unos 200 kilómetros por hora y chocó con el lado derecho de la pista justo después de la curva al final de la recta principal, golpeando las barreras de frente.
Al ser expulsado del coche, Juan Jover quedó gravemente herido, sufriendo múltiples traumas en la cabeza y, principalmente, en las piernas.
Con todo esto, Wifredo Ricart retiró las inscripciones del equipo, citando la falta de experiencia de los pilotos, cuya mezcla de probadores de fábrica y “gentlemen drivers” no estaría al nivel de otros equipos oficiales. Sin mencionar la manifiesta incapacidad para reducir la velocidad de los Z-102 Spider debido al sistema de frenado subdimensionado para las demandas de Le Mans.
La carrera deportiva del Pegaso Z-102 continuó después de este episodio, llegando a participar en la Carrera Panamericana. Sin embargo, quedó claro que no tenían los medios para enfrentarse a los grandes equipos oficiales en las 24 Horas de Le Mans. Y por eso, los hermosos Pegaso nunca más regresarían a la prueba francesa.
