El Suzuki Escudo con dos motores que atacó la carrera hasta las nubes

La Pikes Peak Hill Climb es una de las pruebas de montaña más famosas del mundo y la que más historia tiene. También es conocida como “La Carrera hacia las Nubes” debido a la altitud que alcanza, con una elevación de hasta 4,302 metros, y un gradiente del 7,2%. A lo largo de casi 20 kilómetros de extensión, los pilotos se enfrentan a 156 curvas, con el recorrido totalmente asfaltado desde 2011, ya que anteriormente había partes de tierra.

Esta prueba se organiza desde 1916 y, a lo largo de los años, varios monstruos han competido para llegar a las nubes en el menor tiempo posible, tanto de cuatro como de dos ruedas. Suzuki es una de las marcas con mayor historia en la prueba, con el piloto Nobuhiro Tajima, siendo él mismo quien desarrolla los automóviles en su empresa Monster Sports, además de ser el hombre detrás del departamento de competición de la marca Suzuki Sport.

La implicación de la marca nipona en la prueba comenzó a principios de los años 90 con un Suzuki Swift GTI de Grupo A, evolucionando hasta culminar en una máquina con dos motores producida para tal efecto. El modelo utilizado pasó del Swift al Suzuki Escudo, conocido como Suzuki Vitara en algunos mercados, ganando la prueba en 1995 con este ejemplar del artículo, con un tiempo de 7:53.000, siendo el primer japonés en ganar la prueba.

Para la construcción de este Suzuki, solo la forma y posiblemente la parrilla delantera se dejaron intactas del modelo de serie, con todo lo demás alterado, con un enfoque brutal en la aerodinámica, con varios paneles producidos en fibra de carbono y Kevlar. El chasis es tubular, producido en acero cromo-molibdeno y utiliza suspensión de triángulos superpuestos en las cuatro ruedas.

La potencia de este Suzuki Escudo proviene de no uno, sino dos motores Suzuki G16A, de 1,6L de cilindrada cada uno, equipados con turbos, que desarrollan 450 CV cada uno, sumando una potencia total de 900 CV. Un motor está colocado en la parte delantera y el otro se sitúa en la trasera del automóvil. El peso total de la máquina es de apenas 900 kg, lo que hace que tenga una relación de 1 kg por caballo. Cada motor tiene su propia caja de cambios de engranajes rectos, pero solo una palanca que coordina las dos cajas. La potencia se envía a las cuatro ruedas, con dos diferenciales autoblocantes y un diferencial central de control electromagnético.

Actualmente, este Suzuki Escudo sigue en posesión de Tajima, y se encuentra en las instalaciones de Monster Sports.