Clásicos • 03 Jul 2023

Clásicos • 23 Jul 2024
El Lancia 037 que participó en el campeonato japonés de GTs en 1994
Por Tiago Nova
El Lancia 037 fue un automóvil construido con un único propósito: competir en el Campeonato del Mundo de Rallys, en la categoría de Grupo B. Con la ayuda de Abarth en su desarrollo, con el código SE037, el proyecto comenzó en 1980, justo cuando las regulaciones entraron en vigor, para reemplazar al Lancia Stratos que competía en el Grupo 4. Además de Abarth, también participaron en el proyecto Dallara y Pininfarina.
Las regulaciones del Grupo B exigían la construcción de 200 ejemplares idénticos para la carretera antes de que el automóvil pudiera ser homologado. La primera temporada, en 1982, tuvo muchas abandonos, pero aún así hubo algunos buenos resultados, como la victoria en el Pace Rally en el Reino Unido. En 1983 ya fue mucho mejor, con Lancia logrando el título de constructores. Para 1984, Lancia introdujo en la competición el 037 Evolution 2, pero este no estaba a la altura de los rivales de tracción integral, tanto en ese año como en 1985. La última victoria sería en el Tour de Corse de 1984, la única victoria del 037 E2, antes de ser reemplazado por el Delta S4.
El 037 se basó en el Lancia Montecarlo, aunque poco compartía con este, excepto por las líneas de la carrocería y la sección central. El chasis es tubular en la parte delantera y trasera y está revestido por una carrocería construida en Kevlar. La suspensión es de triángulos superpuestos con dos amortiguadores en las cuatro ruedas.
El motor de cuatro cilindros pasó de estar transversal en el Montecarlo a longitudinal en el 037. El motor era de 2,0 litros de cilindrada, con dos árboles de levas en cabeza y 16 válvulas, basado en el utilizado en el Fiat 131 Abarth, pero aquí equipado con un compresor volumétrico y un carburador Weber más grande, siendo reemplazado por inyección en los últimos modelos. Inicialmente, el motor entregaba 265 cv, pasando a 280 cv y finalizando en 325 cv en el 037 E2, con la cilindrada aumentada a 2,1 litros. La potencia se enviaba a las ruedas traseras a través de una caja de cinco velocidades de ZF, en una configuración transaxle.
Pero, ¿cómo es que una máquina desarrollada para los rallys aparece en el JGTC, el campeonato de GTs de Japón, diez años después de su construcción? El 037 nunca fue pensado para el uso en circuitos, pero con el fin del Grupo B, varios automóviles fueron utilizados en diversas competiciones donde estos vehículos eran elegibles, como el Rallycross. Ocho años después del fin del Grupo B, el equipo Rosso Competition Racing alineó un Lancia 037 ex-oficial en la tercera prueba del JGTC, conducido por Naohiro Furuya.
Esta tercera prueba del JGTC, llamada Fuji Special Cup, tuvo lugar en el emblemático circuito Fuji Speedway, una pista muy rápida, con largas rectas, de las cuales el 037 no podría sacar provecho debido a su caja de velocidades de relaciones cortas. Con solo 325 cv, la potencia también no estaba a la par con la de los rivales, como el Ferrari F40. Además, el motor no fue desarrollado para funcionar constantemente a altas revoluciones y había pocas oportunidades para que se enfriara adecuadamente. Otro inconveniente era que el 037 había sido diseñado para alojar llantas de 16” de Speedline, y no las más grandes utilizadas en la prueba. Así que, mezclando todo esto y entrando en la categoría GT1, se preveía un final poco digno para el icónico automóvil.
Sin embargo, Furuya logró terminar la prueba en un noveno lugar en la clase y 12º en la general, superando a dos automóviles de su clase en las 49 vueltas, aunque estos tuvieron problemas mecánicos, terminando a siete vueltas detrás del Porsche 962, el ganador.
Después de esta prueba, Rosso Competition planeaba también utilizar el 037 en los 1000 km de Suzuka, pero esto no ocurrió debido a problemas de fiabilidad, fallando en las dos clasificaciones. Es decir, al final, esta fue la única aparición del 037 en el JGTC, actual Super GT, algo único y que merece ser recordado.
Nosotros, los portugueses, también podemos ver un Lancia 037 compitiendo en las pistas, de la mano de António Rodrigues, aunque también compite en rallys y rampas, con la icónica decoración del Calçado Fundador.