Archivos • 22 Mai 2024
Lamborghini Miura, Countach, Alfa Romeo Giulietta Sprint, TZ, Lancia Stratos, pero también Giugiaro, Gandini o incluso Scaglione. Todos estos nombres tan resonantes para cualquier amante de los automóviles tienen un denominador común: Bertone.
La Carrozzeria Bertone, fundada en 1912 por Giovanni Bertone, quien había comenzado su actividad en la reparación de coches, se lanzó a la construcción de carrocerías para Fiat y Lancia a principios de los años 20.
Con el impacto causado por la Segunda Guerra Mundial, Carrozzeria Bertone enfrentó serias dificultades financieras y decidió iniciar una nueva era. El hijo del fundador, “Nuccio” Bertone, pasó a liderar la empresa y comenzó comprando dos chasis de MG TD sobre los cuales se debía montar una carrocería de estilo moderno. Es aquí donde surge Franco Scaglione, quien diseñó un coupé y un cabriolet que agradaron tanto a Stanley Arnolt que encargó 200 ejemplares.
En los años siguientes, Scaglione, en nombre de Bertone, creó la “trilogía” Alfa Romeo BAT (nº5, nº7 y nº9) basada en el Alfa Romeo 1900, presentando una envidiable eficiencia aerodinámica, incluso para los días de hoy, con un Cx de 0,23 para el nº5 y 0,19 para los otros dos.
La década de 1950 también fue favorable para Bertone, que adquirió una dimensión industrial gracias a la producción del Giulietta Sprint, inicialmente prevista para 500 ejemplares… un número que se transformó en 40.000, y a la cual se unió igualmente la versión SS, más exclusiva.
En la siguiente década, Bertone presentó el coupé Giulia Sprint a Alfa Romeo, uno de los automóviles de producción en serie más bellos, diseñado por el joven pero ya jefe de diseño, Giorgetto Giugiaro.
En 1966, Lamborghini hizo una revolución: presentó un deportivo con un motor V12 central trasero en posición transversal denominado Miura, una revolución revestida por Bertone, más precisamente por Marcello Gandini. Así comenzó una relación privilegiada entre Bertone y la casa de Sant’Agata Bolognese que continuó con el Espada y, por supuesto, el Countach. Una relación que, según algunos, perjudicó la relación con Fiat y sobre todo con Ferrari, siendo el Dino 308 GT4 el único Ferrari diseñado por Bertone (además de un exclusivo 250 GT “Speciale” de 1962).
Otro monumento de Bertone y Gandini es el Lancia Stratos, nacido del prototipo Stratos Zero presentado en el Salón de Turín de 1970. La versión definitiva se construyó a partir de 1974 y ganó tres títulos mundiales consecutivos en rallys en 1974, 1975 y 1976.
Pero se engañan aquellos que consideran que Bertone solo se preocupa por automóviles exclusivos, pues muchos modelos que nos hemos acostumbrado a ver en la carretera llevan el sello de Bertone, ya sea solo en el estilo o incluso en la fase de industrialización. Desde los Citroën BX, XM hasta los cabrios Opel Kadett y Astra, pasando por el coupé Volvo 780.
A los tiempos dorados le siguieron tiempos más complicados para Bertone. Continuó innovando, presentando sus creaciones en diversos salones, pero finalmente fue declarada insolvente en 2014. Hoy en día, de Bertone, de esta historia llena de innovación, audacia y elegancia, solo queda el nombre, cuyos derechos fueron adquiridos por una empresa llamada Akka Technologies.