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El Chevrolet Camaro que fue resucitado dos veces
Este Chevrolet Camaro, del primer año de producción de la segunda generación de 1970, fue comprado en los años 80 por el padre del actual propietario, en muy mal estado y sin interior. Pero a su madre no le gustó y trató de vender el automóvil por 100 dólares. Por suerte, encontraron el interior que necesitaban abandonado en un granero, lo recuperaron y lo montaron en su Camaro. Posteriormente, se convirtió en el medio de transporte de la madre para la universidad, pero cuando nació el primer hijo, las cosas se complicaron y tuvieron que vender el automóvil.
Años más tarde, un primo vio el Camaro en Phoenix, descubriéndolo debido al color poco común en que había sido pintado, sin embargo, estaba en muy mal estado. Ese primo lo compró, llevándolo a El Paso y, después de siete años, el Camaro estaba de vuelta a casa. El padre lo guardó en el garaje, para algún día devolverlo a la carretera.
Posteriormente, el hermano mayor se quedó con el Chevrolet Chevelle, que también había sido de su padre, y el actual dueño se quedó con el Camaro, siendo sometido a una profunda restauración. El motor fue completamente reconstruido, se instaló una caja de cuatro velocidades, los carburadores fueron modificados y el eje trasero fue afinado para una mejor conducción.
El Chevrolet Camaro Z-28 de 1970 está equipado con el motor V8 LT-1, que proviene del Corvette, con 5.7L que entrega 360 CV, con un carburador cuádruple Holley 780 cfm.