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Cinco hechos poco conocidos sobre el icónico Volvo 164
Su historia comienza a finales de los años 50, cuando los planes de Volvo ya incluían la idea de construir un modelo más exclusivo con un diseño más ancho. La marca sueca planeaba presentar un modelo V8 potente con una parrilla vertical.
Este proyecto no se concretó, ya que en 1960, un estudio indicó que los modelos más compactos serían el futuro, especialmente en el mercado norteamericano. Sin embargo, en 1966, el lanzamiento de la gama Volvo 140 traería nuevas ideas sobre cómo combinar prestigio y tamaño compacto.
Jan Wilsgaard, entonces Chief Designer de Volvo, decidió mantener el chasis de la gama 140 y utilizar la parte delantera creada para el proyecto 358 de finales de los años 50. Con el Iron Mark de Volvo en una posición prominente de la misma forma diagonal que en el primer Volvo de 1927, similar a lo que vemos en las carreteras hoy en día.
El chasis del 140 también se extendió en 10 cm desde el parabrisas hacia adelante. Esta medida fue necesaria para crear espacio para el nuevo motor, denominado B30, una unidad de 3.0 litros de capacidad y 145 CV gracias a los dos carburadores Zenith-Stromberg.
Los detalles eran claramente más lujosos que en la gama 140, con un tejido grueso de lana en los asientos, alfombras de tela y el asiento trasero diseñado para dos personas, con un reposabrazos suspendido en el centro.
Después del primer año de producción, se realizaron mejoras en el 164 con la introducción de tapizados en cuero, luces halógenas y reposacabezas. En EE.UU., el modelo también contaba con ventanas eléctricas, techo panorámico, aire acondicionado y vidrios oscurecidos.
En julio de 1969, cuando la revista americana Car and Driver probó el nuevo Volvo, se podía leer: “El Volvo por el que la gente está mirando está robando visitantes a los concesionarios de Buick, Oldsmobile y Mercedes-Benz, y eso está ocurriendo. Los nuevos clientes de Volvo son diversos tipos de profesionales: doctores, abogados, dentistas… personas que buscan algo diferente.”
Un anuncio americano de Volvo estaba en sintonía con el mismo tema: “El automóvil de lujo que demuestra que tienes más que dinero.”
El Volvo 164 pasó por diversas mejoras a lo largo de su ciclo de vida, incluyendo algunas características innovadoras como la inyección electrónica de combustible (a partir del modelo de 1972). La última versión fue el modelo de 1975, y todos los automóviles producidos ese año fueron exportados a los Estados Unidos. En ese momento, su sucesor, el modelo Volvo 264, ya había iniciado su producción.
Conoce ahora los cinco hechos menos conocidos sobre el Volvo 164:
1 – Solo hubo un Volvo 164 que fue transformado en una ambulancia. La División de Vehículos Especiales de Volvo tenía un prototipo significativamente más alto. Aunque solo se produjo uno de estos vehículos, sería un precursor de varias ambulancias que se crearían más tarde basadas en el Volvo 265.
2 – La producción del Volvo 164 se trasladó a Kalmar en 1974. Los métodos utilizados en esta nueva fábrica de Volvo eran muy modernos para la época. Los automóviles se desplazaban en carritos operados por baterías y eran controlados por operadores. Se formaron equipos de montaje que podían rotar entre varias tareas de producción.
3 – El prototipo del coupé de lujo Volvo 262C fue producido en Italia y se basaba en el 164. El constructor italiano Coggiola convirtió el modelo en un coupé de dos puertas que era similar al modelo de producción.
4 – El motor B30 de seis cilindros del Volvo 164 también se utilizó en algunos vehículos militares de Volvo. Una versión marina del motor B30, con tres carburadores, también fue producida por Volvo Penta.
5 – El constructor italiano Zagato exhibió en el Salón de Ginebra de 1970 el coupé deportivo 3000 GTZ. Este prototipo tenía el motor B30 y se basaba mecánicamente en el modelo 164. Existen rumores de que este prototipo único aún existe.