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El Porsche 917/30, conocido como el “TurboPanzer,” fue el responsable del fin de la serie Can-Am
Por Tiago Nova
Después de la victoria en el campeonato Can-Am de 1972, Roger Penske, quien estaba a cargo del programa de Porsche en esa competencia, desarrolló el original 917/10 para una versión mejorada, recibiendo el nombre 917/30, también conocido como TurboPanzer, con el piloto Mark Donohue de vuelta en activo. Este automóvil era una máquina extraordinaria en cuanto a ingeniería se refiere, incluso para los estándares actuales.
El motor, un doce cilindros bóxer biturbo del Porsche 917/30, vio su cilindrada aumentada a 5.4L, desarrollando unos respetables 1100 CV en carrera y 1300 CV en las especificaciones de calificación. El chasis fue aligerado y la carrocería alargada, desarrollada en conjunto con SERA, prestando especial atención a la aerodinámica, reduciendo el coeficiente de arrastre (Cx) a 0.60. La distancia entre ejes también fue aumentada de 2316 mm a 2500 mm. Las cifras no mienten: alcanzaba los 100 km/h en poco más de dos segundos, los 160 km/h en 3.9 segundos, los 320 km/h en aproximadamente diez segundos, y lograba una velocidad máxima de 414 km/h, gracias a un peso de alrededor de 750 kg. Cabe destacar que la tecnología de los turbocompresores no estaba tan avanzada como hoy, y este automóvil sufría bastante con el llamado turbo-lag, lo que requería que los pilotos tuvieran una preparación increíble.
Para confirmar la supremacía de esta “bestia”, en la temporada de 1973, Donohue consiguió la pole position y la vuelta más rápida en todas las pruebas del campeonato, además de varias victorias a lo largo del año. Lamentablemente, debido a los resultados de los modelos de Porsche y a la crisis del petróleo, el campeonato de 1974 perdió a muchos constructores y equipos, lo que llevó a la desaparición del campeonato, cerrando así un capítulo en la historia del automovilismo.
Sin embargo, el trío Donohue, Penske y Porsche no abandonó el proyecto del 917/30. El 9 de agosto de 1975, llevaron un 917/30, ajustado para velocidad máxima y con 1500 CV, al circuito de Talladega Superspeedway en Alabama, logrando el récord de velocidad más alta en un automóvil de competición, de 356 km/h. Desafortunadamente, esta sería la última carrera de Mark Donohue, ya que sufriría un accidente fatal dos semanas después, durante los entrenamientos del Gran Premio de Fórmula 1 de Austria, en un March 751 del equipo Penske. En total, se construyeron seis chasis del 917/30, todos los cuales existen en la actualidad.