El Ferrari Testarossa con todo lo mejor de los años 80

Clásicos 23 Ago 2024

El Ferrari Testarossa con todo lo mejor de los años 80

El Ferrari Testarossa comenzó su producción en 1984 como sustituto del 512 BBi. El diseño estuvo a cargo de Pininfarina, como no podría ser de otra manera, y el nombre se inspiró en el 250 Testa Rossa, un automóvil de competición de finales de los años 50. La producción del Testarossa original (ahora con las dos palabras unidas) terminó en 1991, con 7.177 ejemplares construidos, y su sucesor directo fue el Ferrari 512 TR.

El motor que equipa al Testarossa es el Tipo F113 de 12 cilindros planos, o V12 a 180 grados, con 4,9 litros de cilindrada, montado en la zona central trasera, con dos árboles de levas en cada cabeza, 48 válvulas y lubricación por sistema de cárter seco. La potencia producida es de 390 CV a 6.300 rpm y el par es de 490 Nm a 4.500 rpm. Entre 1986 y 1989, con algunos mercados exigiendo catalizador, la potencia cayó a 370 CV, subiendo a 381 CV a partir de 1989. Acoplado al motor está una caja manual de cinco velocidades.

Sin embargo, para aquellos clientes más acaudalados que querían tener un automóvil que se destacara del resto, tanto a nivel estético como de rendimiento, la respuesta estaba en Koenig Specials.


En 1977, el alemán Willy König decidió fundar su empresa, Koenig Specials, centrándose en modificaciones de automóviles deportivos y de lujo, tanto a nivel estético como mecánico. Durante los años 80 y 90, muchos automóviles fueron modificados por él, dándoles un aspecto más agresivo y extravagante, y el Ferrari Testarossa fue uno de los modelos más emblemáticos en pasar por esta transformación.

Koenig alteró el diseño original del Testarossa, haciéndolo más ancho y dándole un aspecto similar al del Ferrari F40, designándolo como Koenig Competition. El interior estaba completamente tapizado en cuero al gusto del cliente y se añadía un sistema de sonido Kenwood de 16 altavoces y una potencia de 1000 W.

El motor es donde las cosas se ponen más interesantes: en la versión “básica” de Koenig, el Testarossa entrega una potencia de 710 CV, 320 CV más que el original. En 1988, el motor fue evolucionado en la versión Competition y la potencia subió a 800 CV, siendo capaz de alcanzar los 349 km/h de velocidad máxima.

Sin embargo, Koenig no se detendría ahí, y en la versión Koenig Competition Evolution, con la adición del kit Koenig Specials KCE 1000 Turbotronic al motor V12 – que incluía dos turbos KKK, dos intercoolers, dos radiadores de aceite y gestión electrónica MoTeC – la potencia escalaba hasta los 1000 CV y la velocidad máxima alcanzaba los 370 km/h, cifras completamente estratosféricas para la época.

Para este enorme aumento de potencia, fue necesario modificar tanto la suspensión como la frenada. En el campo de la frenada, se añadieron pinzas AP Racing con discos flotantes, mientras que en la suspensión se añadieron muelles H&R y amortiguadores Koni.

La última versión del Testarossa modificada por Koenig fue el Competition Evolution II, que modificaba aún más el diseño de la carrocería, como los faros fijos delanteros y un nuevo parachoques con un diseño más moderno, entradas y salidas de aire más grandes y numerosas, cubierta del motor en acrílico, un alerón trasero más alto y doble salida de escape central.

Presente en este artículo está uno de los rarísimos Ferrari Testarossa Koenig Specials Competition Evolution II que se produjeron, desconociéndose el número total. Se vendió nuevo en Alemania en 1985 y fue convertido por Koenig en 1986. Está en un estado fabuloso y hasta la fecha ha recorrido solo once mil millas, unos 18 mil kilómetros.

El pasado 16 de julio fue subastado a través de la plataforma online Bring a Trailer, vendiéndose por 525 mil dólares, unos 485 mil euros.

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