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El Ferrari Testarossa comenzó su producción en 1984 como sustituto del 512 BBi. El diseño estuvo a cargo de Pininfarina, como no podría ser de otra manera, y el nombre se inspiró en el 250 Testa Rossa, un automóvil de competición de finales de los años 50. La producción del Testarossa original (ahora con las dos palabras unidas) terminó en 1991, con 7.177 ejemplares construidos, y su sucesor directo fue el Ferrari 512 TR.
El motor que equipa al Testarossa es el Tipo F113 de 12 cilindros planos, o V12 a 180 grados, con 4,9 litros de cilindrada, montado en la zona central trasera, con dos árboles de levas en cada cabeza, 48 válvulas y lubricación por sistema de cárter seco. La potencia producida es de 390 CV a 6.300 rpm y el par es de 490 Nm a 4.500 rpm. Entre 1986 y 1989, con algunos mercados exigiendo catalizador, la potencia cayó a 370 CV, subiendo a 381 CV a partir de 1989. Acoplado al motor está una caja manual de cinco velocidades.
Sin embargo, para aquellos clientes más acaudalados que querían tener un automóvil que se destacara del resto, tanto a nivel estético como de rendimiento, la respuesta estaba en Koenig Specials.
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