Archivos • 23 Abr 2024
El Honda CR-X es un pequeño deportivo, basado en el modelo Civic, lanzado en el mercado japonés en 1983 como Honda Ballade Sports CR-X, siendo que el Ballade era el nombre dado al Civic de cuatro puertas en ese mercado. Aunque existen varias teorías sobre el significado de las siglas CRX, la más coherente es que signifique Civic Renaissance Experimental.
La primera generación del CR-X, que estuvo en producción hasta 1987, tenía sus versiones Si en el mercado japonés o la versión 1.6i-16 en la versión europea, ambas equipadas con el motor D16 de 1.6 litros de cilindrada con 142 y 137 cv respectivamente. Los CR-X de esta primera generación son algo raros, especialmente en nuestro mercado, donde no se vendieron oficialmente. Sin embargo, existe una versión aún más rara, el CR-X modificado por Mugen, vendido nuevo en los concesionarios nipones de la marca.
Mugen fue fundada en 1973 por Hirotoshi Honda, hijo de Soichiro Honda, fundador de la marca del mismo nombre, y también por Masao Kimura. El objetivo de la empresa es ser la preparadora oficial de los productos de Honda, tanto para motocicletas como para automóviles, principalmente para el deporte motor, pero también produce piezas de alto rendimiento y estética para automóviles de carretera. En Japón, Mugen vende automóviles completos en los concesionarios de Honda, siendo el CR-X de la primera generación el segundo modelo en recibir tal tratamiento por parte de la empresa.
Las modificaciones de Mugen en los Honda CR-X, que eran conocidos como Mugen CR-X Pro, residían esencialmente en la estética, con nuevos parachoques delante y detrás, faldones laterales, spoilers, varias calcomanías que indicaban tratarse de una versión de Mugen y las llantas, que pasaban a ser las CF-48 en 13” o 15”. En la parte trasera también destacaban las dos salidas de escape y el silenciador central de Mugen.
Este kit estético era designado como Mugen Aeroline y fue diseñado por Takuya Yura, de Mooncraft, con el objetivo de mejorar la aerodinámica. El interior también recibía modificaciones, con los pedales, pomo de la palanca de cambios Mugen Formula, los asientos Mugen S1 y el volante Mugen SW-36. Otra particularidad era que los CR-X de Mugen no tenían techo solar, pero se instalaba una pequeña ventilación que podía abrirse según la necesidad, además de las ventilaciones también añadidas al pilar B.
Como no podía ser de otra manera, los motores también recibían algunas mejoras, como nuevas válvulas, muelles de válvulas mejorados y unos árboles de levas más agresivos, proporcionando un poco más de potencia y par al motor. La suspensión también se modificaba para mejorar la conducción rápida en carreteras sinuosas.
Si hoy en día un CR-X de la primera generación es raro, los ejemplares modificados oficialmente por Mugen lo son aún más.