El Ford GT40 que perteneció a Emídio Marta se vendió en una subasta por más de siete millones

El Ford GT40 permanecerá para siempre en la historia, ya que fue el automóvil desarrollado por la marca del Óvalo Azul para desafiar a Ferrari en las 24 Horas de Le Mans, logrando los primeros, segundos y terceros lugares en la edición de 1966, poniendo fin a la hegemonía de la marca italiana. Posteriormente, ganó también en las ediciones de 1967, 1968 y 1969, marcando así una era.

La idea del proyecto surgió después de que Ferrari rechazara ser comprada por Ford. Henry Ford II y Lee Iacocca decidieron entonces construir un automóvil para derrotarla, y el desarrollo inicial fue encargado a Eric Broadley de Lola Cars, ya que Ford no tenía experiencia en la producción de automóviles deportivos de motor central.

En este artículo se presenta el Ford GT40 con el chasis número P1080, construido en 1969 por Ford Advanced Vehicles, siendo uno de los últimos producidos. Al ser un GT40 Mk. I, está equipado con el motor V8 289 y pertenece al grupo restringido de diez ejemplares producidos con especificaciones Lightweight, ya que cuenta con paneles construidos en aluminio, frenos de disco ventilados mejorados y espuma en los tanques de combustible. Además, el motor ha sido modificado con cabezas Gurney Weslake, lo que proporciona una gran ventaja respecto a los GT40 anteriores, desarrollando así una potencia de alrededor de 450 cv en el motor de 4,9L de cilindrada.

Este GT40 fue vendido a Angola a través de J.W. Automotive Engineering LTD a la Cámara Municipal de Carmona para que A. Ferreira Pires compitiera con él, vendiéndolo en 1970 a Emílio Marta, quien lo utilizó en competiciones en Angola, ganando el campeonato en 1973.

En 1975, con la independencia de las excolonias portuguesas, Emílio regresó a Portugal y trajo consigo el GT40, registrándolo con la matrícula NP-37-92 y compitiendo con él en tierras lusas, así como su hijo (Carlos Marta), hasta venderlo al suizo Henri Bercher en 1979, donde permaneció alrededor de 20 años. Hoy en día, este GT40 mantiene su carrocería original, así como las llantas BRM de magnesio, el motor y la caja de cinco velocidades de ZF, y también fue pintado en el color con el que salió de fábrica, el Cirrus White.

El pasado 17 de agosto, este Ford GT40 fue vendido en una subasta realizada por Mecum en Monterey por una cantidad excepcional: 7.850.000 dólares, alrededor de 7,083 millones de euros, convirtiéndose en el tercer Ford GT40 más caro de todos los tiempos vendido en una subasta.