Archivos • 01 Out 2023
Holiday House Geographic: El lujo de los viajes de los años 60
Fue en los años 60 cuando José Fernandez vio los trabajos de Giovanni Michelotti en una librería en la Ciudad de México y, desde entonces, se enamoró de sus modelos, soñando con tener un ejemplar especial. Sin embargo, tuvo que esperar casi seis décadas, hasta el verano de 2018, para ver su creación completa, un tributo al diseñador del siglo XX.
“Si nunca lo intentas, nunca lograrás conquistar nada” es el lema de José Fernandez, quien tardó 57 años en conquistar su sueño. Es necesario retroceder más de cinco décadas, cuando José estaba hojeando un libro de la marca Ferrari y vio un Ferrari 250 Europa con carrocería Vignale, diseñado por Michelotti. Este automóvil tenía la firma típica de ese diseñador: una línea de cintura alta y un techo bajo y afilado. Desde ese momento, José comenzó a imaginar su propio modelo diseñado por Michelotti, creando una miniatura en madera de balsa. Posteriormente, con la aparición del Ferrari 340 America, José refinó su modelo, utilizando siempre referencias de Michelotti.
Solo con la llegada del nuevo milenio, José sintió que su diseño estaba terminado, por lo que contactó a una persona en Buenos Aires para esculpir una miniatura más detallada y de mayores dimensiones, construida en espuma y plástico. Tras varias horas de investigación, José llegó a la conclusión de que el Ferrari 330 GTC era la mejor base para construir este modelo, debido a su distancia entre ejes y anchura.
Después de buscar lo que estaba a la venta, encontró un ejemplar en la ciudad de Nueva York, con el chasis nº7877. Tras la compra, comenzó el desmantelamiento del automóvil y la reconstrucción del motor, mientras José y su esposa viajaban a Italia, a la fábrica de Scaglietti en Módena, para obtener más información sobre la transformación del modelo. Durante una década, José buscó a varios especialistas para iniciar la construcción del automóvil, pero siempre sin éxito. Hasta que en 2015 llegó a The Creative Workshop, en Florida, una empresa especializada en la restauración de clásicos. Al principio, Jason Wenig, fundador de la empresa, estaba bastante reacio a hacer el trabajo, pero después de que José le contara toda la historia, comenzó a trabajar en el proyecto de inmediato. Básicamente, la construcción comenzó desde cero, ya que había varias cosas mal hechas y la estructura misma ya no estaba en las mejores condiciones.
Toda la carrocería fue construida a mano, en aluminio, utilizando las técnicas tradicionales de la época, al igual que el resto del 330 GT Speciale. La construcción duró tres años, pero al final el trabajo es fenomenal, con varios detalles que recuerdan a los modelos de los años 50. El chasis original mantiene sus “matching numbers” en lo que respecta al motor y la caja de cambios. El motor es un Colombo V12 de 3967 cc y 24 válvulas, equipado con tres carburadores Weber 40 DCZ, para entregar 296 CV. Se utilizaron varios equipos originales de los años 50, como las llantas de radios Borrani Record, volante Nardi, manómetros Jaeger, faros Marchal, bocina Magneti Marelli y cuero Vaumol.
El proyecto se terminó finalmente en 2018 y se presentó en The Quail – Motorsports Gathering, junto a un Ferrari 340 America. José Fernandez vio finalmente su sueño realizado. De acuerdo, no es un proyecto oficial de Ferrari, ni un trabajo hecho por carroceros italianos, pero no deja de tener estilo y presencia como si fuera uno de ellos, además de un significado muy especial, especialmente para José.
Archivos • 01 Out 2023
Holiday House Geographic: El lujo de los viajes de los años 60
Archivos • 28 Out 2023
Cuando un Ford Transit se casa con un Ford GT40, nace el Ford Transit Supervan
Archivos • 13 Ago 2024