Las reliquias al aire libre en Uruguay

Los cementerios de coches suelen despertar una extraña fascinación entre los aficionados a los vehículos antiguos. Y no sólo porque estos lugares dispongan de piezas que no están disponibles en el mercado y que pueden, en algunos casos, completar una difícil restauración. La mayoría de las veces, la atracción es estética.

Los aficionados al motor antiguo ven belleza en el acero quemado, la chapa retorcida, el óxido dorado que cubre carcasas y motores expuestos a la acción corrosiva del tiempo. Una belleza que nadie más ve. Para ellos, estos caóticos montones de vehículos en descomposición no son vertederos, sino lugares casi sagrados donde descansan modelos clásicos que un día hicieron felices a sus propietarios.

El fotógrafo brasileño Eduardo Scaravglione registró los depósitos de chatarra de Uruguay con la misma pasión con la que fotografía algunos de los coches clásicos más bellos del sur de Brasil. Es imposible permanecer indiferente ante la belleza que extrae de objetos y lugares tan desolados.

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fotografías: Eduardo Scaravglione