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Valentino Balboni: la increíble historia del «catador» de Lamborghini
Por Abílio Santos
Valentino Balboni es un nombre muy conocido en el mundo del automóvil, especialmente en el universo Lamborghini, pero ¿quién es este hombre de gran estatura, aspecto de bon vivant y que vive para la velocidad?
Nacido el 13 de mayo de 1949 en Casumaro (Italia), fue a la escuela hasta la mayoría de edad. Después, como su familia necesitaba ayuda con los gastos y su padre lo quería, Balboni se puso a buscar trabajo.
Balboni vivía muy cerca de la fábrica de Lamborghini en Sant’Agata Bolognese, y un día el cura del pueblo, Alfredo Pizzi, le dejó delante de la fábrica cuando un camión descargaba de Turín carrocerías del Miura desarrollado por Bertone.
Valentino, naturalmente atraído por las bellas máquinas, expresó su interés por trabajar en la fábrica del «coche de sus sueños» y rellenó un formulario de solicitud. Un mes más tarde empezó a trabajar para Automobili Lamborghini.
1968 marcó el inicio de la carrera de Valentino Balboni en la empresa de Ferruccio Lamborghini. Empezó como aprendiz de mecánico, por lo que realizaba tareas básicas como limpiar el suelo, las herramientas y los vehículos del taller.
Después arrancaba los coches, los sacaba del taller por la mañana y los dejaba en el aparcamiento, y por la tarde los recogía en el taller.
Unos meses más tarde, empezó a conducir los Lamborghini por los edificios de la fábrica antes de aparcarlos en su sitio, un detalle que no pasó desapercibido a los responsables de la marca.
Un día, el Director General de Lamborghini, sabiendo lo que hacía Valentino y que necesitaba más pilotos de pruebas, le ofreció un periodo de aprendizaje con el piloto de pruebas Bob Wallace para ver si Balboni tenía la actitud y los requisitos necesarios para ser piloto de pruebas de Lamborghini.

Durante un año aprendió las nociones básicas que necesitaba de su «instructor» Bob Wallace, tras lo cual Balboni se convirtió oficialmente en piloto de pruebas de Lamborghini.
El 5 de septiembre de 1973 fue un día emocionante e inolvidable para Balboni porque fue la fecha en la que probó oficialmente un coche, nada menos que un Miura SV, chasis nº 5110, Nero Cangiante.
A partir de entonces, Valentino Balboni probó alrededor del 80% de los coches producidos por Lamborghini, como el impresionante Countach, el Silhouette, el Jalpa, el Diablo, el Murciélago, el Gallardo, entre otros.

Para Valentino, según las entrevistas que ha concedido, el coche es como un ser humano que, cuando se prueba, «habla» con el piloto, que tiene que entender e interpretar las reacciones y lo que «dice» el coche, y tiene que haber un «entendimiento mutuo» para saber qué ajustes hay que hacer después de probar el coche y poder transmitirlo a los ingenieros.
Valentino Balboni trabajó durante 40 años, de 1968 a 2008, como piloto de pruebas en Lamborghini, desde la época de su fundador, Ferruccio Lamborghini, hasta los tiempos modernos de la fibra de carbono, trabajando también en el desarrollo de modelos y atendiendo a algunos clientes más exclusivos, algunas celebridades que se empeñaban en hablar con Balboni para escuchar sus «consejos» sobre conducción deportiva.
En 2009, en honor a su piloto de pruebas, Lamborghini lanzó el Lamborghini Gallardo LP 550-2 Valentino Balboni, con una producción limitada a 250 unidades.
Un modelo con motor V10 de 5,2 litros y 550 CV y dos ruedas motrices en el eje trasero, el favorito de Balboni, y una velocidad máxima de 320 km/h, pintado con una franja longitudinal blanca flanqueada por una línea dorada, y tapicería negra también con una franja blanca, al estilo del inolvidable Miura clásico.
Balboni es muy solicitado y una presencia habitual en los Concours d’Elegance automovilísticos de todo el mundo, actuando como embajador de Lamborghini y reflejando su gran importancia para los fans de la marca del Toro.
Los días 4, 5 y 6 de mayo de 2018, en la ciudad natal de Balboni, un total de 70 coches de 17 países de cuatro continentes se reunieron en su honor, con una gran variedad de vehículos, desde el primer modelo de Lamborghini, el 350 GT, hasta su último modelo, el Urus, reflejando lo que él representa para los propietarios de Lamborghini.
Valentino tiene actualmente una empresa llamada «VB», uno de cuyos primeros trabajos fue producir un número limitado de 30 escapes para el Lamborghini Aventador Super Veloce, sólo para los clientes más exclusivos. Son auténticas «obras de arte» que tardan 350 horas en producirse, todas en titanio y con un peso de 5,3 kg, y que según Balboni «son una nueva dimensión del sonido».