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Klassikstadt: El paraíso automovilístico de Fráncfort
La Klassikstadt es, tal y como indica su título, un auténtico paraíso del motor, con un concesionario, un museo, un taller y un garaje, todo en el mismo recinto. Se encuentra cerca de Fráncfort (Alemania) y es el sueño de todo aficionado a los coches. El lugar era antes una fábrica abandonada, pero tras una enorme inversión se ha convertido en un lugar de culto. Incluso el propio nombre es sugerente de lo que hay dentro, ya que Klassikstadt significa ciudad clásica.
El edificio se construyó en 1910 como fábrica de maquinaria agrícola y consiguió sobrevivir a las dos Guerras Mundiales. En su día fue bar del club de moteros Hells Angels. Tras una restauración de dos años, el Klassikstadt abrió sus puertas en 2010.
Este lugar es como un museo, pero los coches no son siempre los mismos. También es el lugar donde muchos coleccionistas guardan sus reliquias. También cuenta con talleres de restauración y conservación de coches y stands de coches clásicos y de las propias marcas. Lo mejor de todo es que está abierto al público y es gratuito, con un restaurante y una tienda de miniaturas en su interior. El restaurante da al interior, donde se puede ver a los mecánicos trabajando en los coches. Los fines de semana, varios clubes automovilísticos se reúnen en el aparcamiento de la Klassikstadt.
Las marcas presentes en el edificio son McLaren, Lamborghini, Bugatti y Alpine, es decir, marcas de nicho e icónicas. También hay una empresa especializada en restaurar coches Mercedes-Benz. También hay varios concesionarios especializados en coches clásicos, como Pyritz. Los coleccionistas que guardan sus coches en el interior no tienen que preocuparse por los visitantes, ya que sólo se pueden ver los coches a través de las cristaleras. En total, hay unos 350 coches en el recinto.
Es un lugar fantástico para visitar, al igual que otros del mismo tipo, como Classic Remise en Berlín y Düsseldorf, y Motorworld en Stuttgart.
Fotografias: Matt Bubbers/Hagerty