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Dodge Deora, el pick-up personalizado más extravagante de los años 60
El mundo de la personalización de coches va de la mano de su propia historia, siempre con un aire futurista, pero también con un estilo retro, como ocurre a veces en la actualidad. En los años 60, los coches se personalizaban con un estilo más futurista y se utilizaban en ellos diversos elementos únicos, como el Dodge Deora, uno de los ejemplos más famosos de personalización de la época.
A principios de la década de 1960, Harry Bentley Bradley aceptó una oferta de trabajo en General Motors tras terminar su licenciatura en Diseño Industrial. Sin embargo, tras mudarse a Detroit, inició un negocio paralelo construyendo coches hot rod, para no verse limitado por los requisitos de GM, utilizando el seudónimo de Mark Fadner.
Fue en Detroit donde Bradley conoció a Mike y Larry Alexander, conocidos como los hermanos Alexander. Le pidieron que diseñara una camioneta futurista basada en el Dodge A100 de 1965 para promocionar su empresa. El resultado del diseño de Bradley es algo bastante radical.
El Dodge Deora tenía una gran particularidad. Si nos fijamos bien en su diseño, vemos que no hay puertas de acceso al habitáculo, todo porque el acceso se realiza por la parte delantera del coche, donde hay una puerta giratoria central. Otra particularidad eran los faros traseros, colocados a 90 grados y reflejados por una barra de espejos.
Como não havia hipóteses de ter um tablier com um painel de instrumentos, estes foram espalhados por vários locais, como por exemplo, junto à janela lateral. O volante, de desenho único também, era apoiado no lado esquerdo, para não dificultar a entrada e saída do condutor.
El Dodge Deora se presentaría en el Detroit Autorama de 1967, causando un gran impacto entre los asistentes, y fue un gran éxito, ganando incluso el premio a la mejor personalización del evento. Además, el Deora tuvo derecho a ser exhibido en varios concesionarios Chrysler durante dos años, así como a ser utilizado en diversos anuncios de la marca.
El coche era tan icónico que fue reproducido por Hot Wheels en sus primeros 16 modelos en 1968. El propio Harry Bentley Bradley dejó GM para trabajar en Mattel, la empresa responsable de Hot Wheels, y diseñó él mismo la miniatura.
La mecánica tampoco se dejó al azar, y el motor de seis cilindros en línea y 2,8 litros recibió el colector de admisión y dos carburadores de Offenhauser para desarrollar 102 CV de potencia. El motor, situado en posición central, estaba acoplado a una caja de cambios manual de tres velocidades.
Tras años de actividad, el Dodge Deora fue vendido a Al Davis, que lo conservó hasta 1998, cuando su hijo lo sacó de su emplazamiento original y comenzó a restaurarlo, con la ayuda del propio Harry Bradley. La restauración se completó justo a tiempo para las celebraciones del 50 aniversario del Autorama de 2002.