Síndrome de Edsel

Clásicos 17 Fev 2023

Síndrome de Edsel

Por Irineu Guarnier

Siempre que veo campañas publicitarias milagrosas que anticipan el lanzamiento de un coche “revolucionario”, me viene a la mente la increíble historia del Ford Edsel. Puede que los publicistas más jóvenes desconozcan la desastrosa experiencia del fabricante de automóviles estadounidense en los años cincuenta. Pero el “caso” Edsel se estudia hoy en los cursos de Publicidad, Propaganda y Marketing de todo el mundo.

Sucedió así. En los años 50, Ford decidió lanzar un nuevo modelo para hacer frente a la feroz competencia de General Motors, Chrysler y otras grandes marcas. El nuevo coche debía presentar innovaciones mecánicas y estilísticas que marcarían la época. La convicción del ensamblador de Detroit de que estaba haciendo algo realmente extraordinario era tan grande que el modelo fue bautizado con el nombre del hijo del gran jefe Henry Ford. Pobre Edsel Ford…

Esto es lo que ocurrió: en los dos años que precedieron al lanzamiento del Edsel, la clase media estadounidense fue bombardeada por una campaña publicitaria sin precedentes que creó una gran expectación sobre el nuevo producto. La publicidad anticipada ensalzaba las características “revolucionarias” del Ford Edsel, el coche que haría que todos los demás parecieran obsoletos. Como resultado, se formaron enormes listas de espera de compradores mucho antes de que el modelo llegara a los concesionarios.


Pero cuando lo hizo, en 1958, la decepción fue enorme. El Edsel era sólo otro buen coche de Ford. Nada más que eso. No era la maravilla que se anunciaba. El exceso de expectativas contribuyó sin duda a la frustración de los consumidores. Pero, además, el modelo tenía un grave problema de diseño: la parrilla delantera en hendidura vertical parecía un… órgano sexual femenino. O un collar de caballo, para los menos traviesos.

Eso bastó para que el Edsel se convirtiera en un chiste nacional. Ford intentó salvar el modelo con un nuevo diseño de la parrilla delantera y otros retoques estilísticos, pero el Edsel estaba condenado. Dos años después de su lanzamiento, se suspendió la producción. El coche desapareció de las calles. Y hoy es una pieza preciada en cualquier colección privada o museo del automóvil.

Sin embargo, el estrepitoso fracaso del Edsel dejó una lección a las nuevas generaciones: la publicidad exagerada a veces puede volverse en contra del anunciante.

Irineu Guarnier Filho es un periodista brasileño especializado en agroindustria y vino, y un apasionado del mundo del automóvil. Trabajó durante 16 años en un canal de televisión afiliado a Rede Globo. Actualmente colabora con algunas publicaciones brasileñas como Plant Project y Vinho Magazine. Como aficionado a los coches antiguos, ha escrito sobre coches clásicos para blogs y revistas brasileñas, y ha restaurado y coleccionado coches antiguos.

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