Tres rutas para redescubrir Portugal en moto este verano

Con el verano acercándose y la llamada de la carretera cobrando fuerza, nada se compara al placer de explorar Portugal al ritmo de una moto clásica. Ya sea por la serenidad de los paisajes, por la riqueza cultural de los caminos o por el trazado de las carreteras, nuestro país ofrece rutas ideales para viajes que se viven en cuerpo y espíritu.

Entre curvas que desafían la técnica y horizontes que invitan a la contemplación, hoy sugerimos tres rutas que merecen estar en la lista de cualquier aficionado a las dos ruedas. Son rutas que combinan belleza natural, historia y emoción, pensadas para saborearlas sin prisas, como manda la tradición del verdadero turismo sobre dos ruedas.

N222 – Entre Peso da Régua y Pinhão: el Duero a su alcance

Considerada por muchos como una de las carreteras más bellas de Europa, la N222 serpentea por el Duero en un recorrido de 27 kilómetros entre Peso da Régua y Pinhão. Con sus amplias curvas y su armonioso trazado, sigue el curso del río entre viñedos y terrazas, revelando un paisaje de rara elegancia. Es la ruta perfecta para una tarde de turismo, con muchas oportunidades para paradas fotográficas, catas de vino y pequeños descubrimientos en el corazón de la región vinícola del país.

EN2 – De Chaves a Faro: el viaje que todo el mundo debería hacer

La legendaria Carretera Nacional 2 es una auténtica epopeya sobre ruedas. Con más de 700 kilómetros, atraviesa Portugal continental de norte a sur, pasando por 11 distritos y revelando una diversidad de paisajes y culturas sin igual. De Chaves a Faro, la EN2 le invita a la aventura: de las montañas de Trás-os-Montes a las llanuras del Alentejo, de la tradición de Beira al sol del Algarve, es un viaje de varios días que promete dejar recuerdos para toda la vida. Ideal para quienes desean un viaje con tiempo, historias y kilómetros.

Serra da Estrela – De Cova da Beira a Torre, un clásico en altitud

Para los que prefieren los desafíos de la montaña, la carretera de Manteigas a Torre -el punto más alto de Portugal continental- es ineludible. La N338 ofrece una ruta técnica, llena de curvas cerradas, curvas cerradas y paisajes espectaculares. Es una ruta exigente pero gratificante, donde la frescura de la altitud se combina con la belleza agreste de las montañas. Llegar a la cima, a menudo envuelto en la niebla o bañado en cielos cristalinos, es un auténtico rito de iniciación para cualquier amante de la conducción a gran altitud.

Más que simples viajes, estas rutas ofrecen experiencias que renuevan el vínculo entre el motorista, la máquina y el paisaje. Son invitaciones a descubrir un Portugal profundo y auténtico, donde cada curva cuenta una historia y cada parada puede ser el inicio de una nueva pasión. Porque viajar en moto es, ante todo, una forma única de vivir el tiempo con intensidad y propósito.